Los cultivos de soja aumentan el cáncer II




En nuestra página del 4 de marzo de 2010 pasado remarcábamos los efectos nocivos de los plantíos masivos de soja, que fundamentalmente se usa como forraje para ganado en el primer mundo.
Nuestra denuncia está confirmada ahora por el Dr. Hugo Gómez Demaio, quien aporta fotos terroríficas de las malformaciones y enfermedades producidas por los fertilizantes y los plaguicidas que se fumigan sobre dichas plantaciones en:
http://elpolvorin.over-blog.es/article-la-verdad-de-la-soja-47652226.html



Si no dan la tierra, se toma


ENTREVISTA A WASHINGTON RODRIGUEZ BELLETTI

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Bella Unión: Rodriguez Belletti (sentado, derecha) en tierra ocupada.                 

“Si no dan la tierra, se toma”
Washington “El Flaco” Rodríguez Belletti vivió 10 años con los peludos de Bella Unión, estuvo presente en cinco marchas por la tierra-de las que fue uno de los organizadores- y hoy milita activamente en el Movimiento por la Tierra, fundado por Raúl Sendic en 1987. Fiel a sus ideas, subraya que el latifundio es la consecuencia de un robo, de un despojo que atenta contra la vida. Y afirma:
-Al igual que el agua, el aire y la luz del sol, la tierra no tiene dueño. Nuestros pueblos originarios nos han enseñado que eso es así. Ellos dicen:”El hombre no es el dueño de la tierra. La tierra es la dueña del hombre”. La tierra es un bien social. Ni el Estado ni los privados tienen derecho a apropiarse de ella. Toda apropiación de la tierra atenta contra la naturaleza, porque le impide satisfacer a pleno las necesidades vitales del ser humano. La apropiación de la tierra por unos pocos despoja a millones de personas en todo el mundo. En el socialismo, la organización social del futuro, serán duramente penados quienes se apropien de la tierra, especulen, la comercialicen comprándola y vendiéndola. El que trabaja la tierra tiene derecho a administrarla pero no a poseerla en propiedad ni dejarla en herencia. Sus hijos o nietos adquieren el derecho a administrarla, a condición de que la trabajen.
-Cuando trabajadores de Bella Unión ocuparon primero 36 hectáreas y casi 400 después, los estancieros de la Asociación Rural sacaron a relucir sus títulos de propiedad y exigieron criminalizar a los “infractores”. ¿Tenían razón?
-Esos títulos no acreditan la propiedad de la tierra. Lo que acreditan es el robo legalizado.
-Explicame eso...
-Nadie recibió la tierra de un dios todopoderoso y tampoco la madre naturaleza la entregó a un puñado de elegidos. El primero que se apropió de la tierra la robó. Los charrúas, chanáes, guenoas, bohanes, yaros, arachanes y guaraníes que poblaban estas tierras las recorrían libremente, sin haberse topado nunca con un cerco de piedras o una alambrada demarcatoria de propiedad privada. Durante tanto tiempo que vivieron sobre este suelo a ninguno de ellos se le ocurrió adueñarse de un pedazo de tierra. Pero un día, a hierro y sangre, fuego y muerte, desembarcaron españoles y se adueñaron de este suelo. No sin lucha. El invasor Juan Díaz de Solís cayó acribillado por las flechas charrúas. Durante tres siglos los invasores fueron hostigados porque la libertad era la esencia del indio. El rey de España, sentado en su trono, repartió a manos llenas falsos títulos de propiedad entre sus súbditos. Con el correr del tiempo esos títulos falsos pasaron de mano en mano a cambio de dinero o por herencia. Hoy, la mayoría de esos títulos está depositada en las cajas fuertes de bancos extranjeros, empresas multinacionales y grandes latifundistas que se han apropiado de una enorme parte del país. Y lo siguen haciendo con la complicidad del gobierno progresista. Por ejemplo, las multinacionales están comprando cientos de miles de hectáreas para forestar y producir celulosa. Por eso nuestra prédica está dirigida hacia los trabajadores y el conjunto del pueblo para que no reconozcan la legalidad de esos títulos falsos. Y para que apoyen a los trabajadores que se unen, se organizan y ocupan tierra para recuperarla y trabajar en ella.
-¿Qué formas organizativas deben darse, para trabajar la tierra, los trabajadores que la ocupan?
-El numeral 6 de la declaración de principios del Movimiento por la Tierra, fundado por Raúl Sendic al salir de la cárcel, dice: “La distribución de la tierra debe estar basada en proyectos de trabajo colectivo, comunidades, cooperativas, grupos de autogestión productiva”. O sea que Sendic no pensó nunca trabajar las tierras retomadas con mano de obra asalariada. Sendic dedicó toda su vida a luchar para abolir las clases sociales y terminar con la explotación del hombre por el hombre. Nosotros entendemos que en la lucha contra los grandes terratenientes y contra el latifundio podemos trabajar junto a los pequeños y medianos productores. Pero no perdemos de vista que el pequeño productor quiere llegar a ser mediano y el productor mediano sueña con llegar a ser grande. Todo esto sin salir del sistema de explotación capitalista.
-¿Las formas cooperativas de trabajo contribuyen a hacer desaparecer al capitalismo?
-Pienso que las relaciones de producción, no antagónicas sino solidarias, que se dan dentro de una auténtica cooperativa hacen que esta sea una herramienta formidable para el desarrollo de la conciencia de clase de quienes allí trabajan. Vayamos por partes. Una de las herramientas creadas por los trabajadores para defender sus intereses es el sindicato. En la lucha sindical el trabajador aprende con el conjunto a dar los primeros pasos y toma conciencia del verdadero lugar que ocupa en la producción. Aprende de qué lado está él y de qué lado está el patrón. Aprende que los dos no están del mismo lado, como lo quiere hacer creer el capitalista. Aprende que el trabajador sin el patrón puede producir y que el patrón sin el trabajador no puede producir. Y aprende a diferenciar los papeles de uno y otro en el proceso productivo. Aprende que el patrón es el dueño de la tierra, de las fábricas, de las herramientas, que el patrón es quien organiza la producción y contrata mano de obra asalariada. Aprende que cuando el producto hecho por el trabajador llega al mercado y se vende, el patrón recibe el valor dinero en forma de ganancias. Aprende que el patrón tiene una visión del mundo aceptable, desea que la organización social capitalista, donde los esclavos asalariados engorden a los patrones, sea eterna, que no desaparezca nunca. Por el contrario, el trabajador también aprende que él no es dueño de la tierra, de las fábricas, de las máquinas, de las herramientas. El trabajador es el dueño de su energía, su fuerza de trabajo, que vende a sus patrones. Al trabajador no le está permitido organizar la producción. Y una vez que sale al mercado y se vende el producto que fabricó, sólo recibe una ínfima parte, en sueldo o en salario. Y por último, el trabajador tiene una visión del mundo que rechaza porque la organización social capitalista es la causante de todas sus desgracias. El trabajador aprende a unirse, organizarse y pelear para que algún día pueda cercar, aniquilar, hacer añicos al capitalismo y crear una sociedad más justa y equitativa, el socialismo.
-¿La cooperativa es un paso adelante?
-Sí. En ella la explotación del hombre por el hombre no tiene cabida, las relaciones entre sus miembros no son antagónicas sino fraternales, solidarias. En la cooperativa los trabajadores aprenden también a organizar, planificar y llevar adelante la producción. Antes, cuando eran explotados y vendían su fuerza de trabajo al capitalista, cobraban un salario y no tenían que pensar más. En la cooperativa deben aprender a administrar, comprar los insumos, la materia prima, llevar la contabilidad, organizar la producción, vender, y las mil tareas necesarias para que el emprendimiento sea exitoso. Sobre esto dice un manifiesto de los compañeros de Copograf:  “Las cooperativas de producción ofrecen la oportunidad a toda la clase trabajadora de aprender a demostrar en la práctica que la clase trabajadora organizada puede gestionar una empresa sin la necesidad del capitalista”. Pero nos hemos extendido. Volviendo al tema de la tierra se debe subrayar que la tierra no tiene dueño y que los títulos de propiedad que sacan a relucir los latifundistas sólo “legalizan” el robo. Por eso nuestra consigna es: “La tierra no se mendiga. Se gestiona, y si no la dan se toma”.


Por una patria para todos




Realmente no sé que nos pasa a los militantes de izquierda que hemos sido siempre, por definición la gente mas interesada en el futuro de los procesos sociales que involucran a nuestros  pueblos en su conjunto, que no nos hemos integrado seriamente  al análisis geoestratégico para forjar las respuestas revolucionarias, y nos hemos distraído en  pseudo estrategias más o menos oportunistas, y perdido fuerzas y energías apoyando tibios intentos de "cambio social demokrático".

Evidentemente la contraconciencia que nos han inculcado guante  de seda demokrático mediante, ha dejado más cicatrices ideológicas  que las batallas perdidas por las guerrillas en nuestros espacios, pero ha llegado la hora de hablar  con la verdad en la mano:

No más "ilusiones"; no más espacios a los oportunistas de derecha; no más apoyo a los demókratas semifascistas encubiertos; no más aperturas a los desviacionistas ideológicos;
los héroes mediáticos tienen sus espacios a nivel mundial, no hay dudas pero a la hora de la hora resultan más pequeños que una nuez.

Si se está pensando que nuestra lucha ha sido derrotada, que estamos  viviendo sólo el final de un sueño, es hora de ponerlo en la mesa  de discusión y ver quién está y quién no está, más allá de tantas palabras  y declaraciones y papeles y canciones, el Ché murió sólo en Ñancahuazú

Ese destino no nos da miedo.

Puedo percibir que el tiempo apremia, día a día la pila de sacrificados en el altar del sistema  capitalista aumenta vertiginosamente, y un sentimiento hasta ahora rechazado de derrota, que ya hace años ha invadido a viejos compañeros zumba y gira violento por todas las ventanas de todos los medios de comunicación de todo el mundo, arrasando con "ilusiones", sueños, esperanzas, deseos, necesidades; entonces, entonces nosotros los hombres y mujeres de "nuestra América", estamos obligados a pararnos de frente al enemigo, que sueña que con su tecnología de exterminio puede avasallar, domesticar, destruir nuestra conciencia, para decirles con voz clara y vertical: "no pasarán"

No pasarán porque la conciencia del ser humano es indestructible, y ese es nuestro escudo, nuestra espada, nuestro rayo de luz, porque si ustedes pudieran superarnos nosotros estaríamos entregando a la humanidad toda al arbitrio genocida de sus intereses metálicos.

Entonces estén claros que somos 371 millones en nuestra América y no tienen ustedes fosas comunes suficientes para la gran mayoría que los enfrentará hasta las últimas consecuencias.
Y nosotros no vamos a dejar solos al comandante Fidel, a Hugo, ni a Evo, ni a Lugo, ni a Correa, menos aún al comandante Daniel, no casualmente el más satanizado del continente.

Y no dejaremos solos a los compañeros de las FARC-EP y ELN, que van a ser los primeros  y más golpeados porque ustedes no se equivocan donde está la vanguardia en el terreno y vendrán a sangre y fuego contra ellos, que seremos todos, y recuerden ya Sandino con un ejército del pueblo los expulsó de Nicaragua y no casualmente tuvieron que desarrollar toda la fuerza siniestra del conflicto de baja intensidad para neutralizar toda una etapa del proceso revolucionario, pero ustedes tuvieron la lucidez de no poner el pié otra vez en territorio nicaragüense.

Y estén claros, que si cuando se fundó el IRA en las catacumbas de Dublín ellos dijeron que estaban dispuestos para una guerra que iba a durar cuatrocientos años, cuando comience la resistencia en este continente, no nos vamos a dar  plazos para el triunfo, porque la derrota no existe para los que luchan por la libertad en contra de la explotación del hombre por el hombre, error enorme de Fukuyama, la historia no ha terminado y nuestra lucha es joven recién comienza hace algunos cientos de años.

No pretendo hablar en nombre sino de mí mismo, objetivamente no pertenezco a ninguna organización política, por lo que puedo decir con absoluta libertad lo que pienso.

Pero eso sí tengo la pretensión de elevar mi voz en nombre de mis compañeros caídos en la lucha "por una patria para todos", a lo largo y a lo ancho de este mundo donde nos ha tocado vivir, y compartir la aventura del ser humano sobre este planeta, más allá de ideologías, religiones o ámbitos geográfico culturales, la misma sangre circula por nuestras venas, y con el ejemplo del Ché aprendimos a ser generosos con la nuestra.

Fraterno.

Alberto Machado. 


Aniversario de la muerte de la activista Rachel Corrie en Gaza








Rachel Corrie (10 de abril de 197916 de marzo de 2003) fue una miembro del Movimiento Internacional de Solidaridad (ISM), que viajó como activista pro-palestina a la Franja de Gaza durante la Intifada de Al-Aqsa. El 16 de marzo de 2003, durante una protesta contra la demolición de casas palestinas por parte de las Fuerzas de Defensa Israelíes (IDF) en la Franja de Gaza, intentó detener a una excavadora Caterpillar D9 de las IDF que operaba en Rafah y murió aplastada por esta.
Varias fuentes afirman que Corrie fue a interferir una operación militar destinada a demoler una casa de una familia palestina
Amnistía Internacional condenó la muerte de Rachel Corrie cuando ella se oponía a la demolición de varias viviendas palestinas, exigiendo una investigación independiente sobre los hechos y recordando que "el ejército israelí ha demolido más de 3.000 hogares palestinos en los territorios ocupados, así como extensa áreas de tierra agrícola, propiedades públicas y privadas e infraestructura de acueductos y electricidad en zonas urbanas y rurales. Las motoniveladoras usadas para las demoliciones han matado a civiles palestinos, pero hasta la fecha ninguna investigación cuidadosa ha ocurrido".


Aniversario del nacimiento del líder campesino y tupamaro Raúl "Bebe" Sendic








Un 16 de marzo de 1925 nace Raúl Sendic en Chamangá, al sur del departamento de flores. Hasta los 18 años vive en el campo y realiza con sus padres y hermanos todas las tareas pertinentes al medio rural. Viaja a Trinidad para concurrir a la escuela y al liceo.


Década del ‘40
Raúl, junto a su hermano Alberto y otros compañeros, crean la Asociación de Estudiantes Trinitarios y fundan un periódico al que llamarán Rebeldía.
En el marco histórico local: período dictatorial, dirigismo económico, estancamiento ganadero, cambio de hegemonía capitalista en nuestra economía. Se bloqueaba la acumulación de fuerzas para un posible cambio social al ahondarse la separación urbano-rural en las organizaciones populares.
Con la dictadura de Gabriel Terra comenzarán las persecuciones políticas, detenciones y también deportaciones de los oponentes al golpe de estado.
Es el período de la Segunda Guerra Mundial; nuestro país al comienzo del conflicto mantiene una posición de neutralidad, luego será el apoyo a "los aliados".
En junio de 1940 se promulgó la Ley de Asociaciones Ilícitas (espionaje y listas negras).
1943: retorno democrático en nuestro país, prosperidad durante los últimos años de la guerra.




Década del ‘50
Etapa Montevideo: Raúl se traslada a la capital del país, trabaja y estudia.
No termina sus estudios en la Facultad de Derecho pues por propia decisión no quiere el título de "doctor".
Militancia en el Partido Socialista. Como representante del P.S. uruguayo viaja a congresos internacionales, en 1956 a Roma y en 1961 a París.
Etapa Paysandú: Raúl participa en la movilización del sindicato de remolacheros de Paysandú "SUDOR", y participa también en la marcha organizada por los trabajadores arroceros desde La Charqueada, en Treinta y Tres, hasta Montevideo.
En 1959 funda con otros trabajadores rurales la Unión de Regadores y Destajistas del Espinillar, "URDE" en Salto.
En el marco local se acentúa la restauración reformista. Durante los años de la presidencia de Luis Batlle Berres, el llamado neo-batllismo determinará el aumento acelerado de la industria.
La prosperidad económica permitirá que el estado pase a ser el gran empleador que llevará al "clientelismo" famoso del período, y al desarrollo de políticas sociales.
En marzo y en setiembre de 1952 se aprobaron medidas prontas de seguridad por la conflictividad sindical (en Salud Pública, transporte capitalino, textiles, ANCAP, etc.). Se dan denuncias de corrupción y movilizaciones de los sectores ruralistas.
La Guerra de Corea (1950-53) determinó que se consolidara una prosperidad económica para nuestro país, pero en los años posteriores comenzará a disminuír la demanda de los productos americanos en Europa. En el Uruguay esto generará la crisis que conllevará inflación y deudas. El Partido Nacional en el gobierno firmará la primera Carta Intención con el Fondo Monetario Internacional, iniciando una nueva etapa del país, en la que los lazos de dependencia se acentúan en consonancia con el endeudamiento externo. En 1958, la lucha de los estudiantes junto a los obreros, hará posible que se vote la Ley Orgánica de la Universidad, pero esto produjo una gran represión policial.
Finaliza la década con la triunfante revolución Cubana.


Década del ’60
Es en Este período que Raúl se desvincula del Parido Socialista.
En Bella Unión, en una asamblea, el 21 de setiembre de 1961, queda fundado el sindicato de la "Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas", UTAA.
Se instala el Campamento de los Cañeros en Bella Unión y, posteriormente, en Itacumbú, con Raúl junto a ellos y con ellos.
Las luchas y marchas a Montevideo de este sindicato alcanzan notoriedad. Son épocas de gran represión y con la implantación de Medidas Prontas de Seguridad, se suceden las detenciones y encarcelamientos de Sendic y otros sindicalistas.
En 1963 Raúl Sendic pasa a la clandestinidad, hasta que es detenido en un frío agosto de 1970.
En el marco local, a partir de la década del ’60 la realidad del país era el proyecto agro-exportador de los sectores ruralistas sustituyendo al modelo anterior industrializador. En lo social, una sociedad que comienza a vivir procesos radicales de cambio.
Cuando finalice el segundo gobierno "blanco" aumentará la inflación y caerá nuevamente el salario real. Los sindicatos de trabajadores organizan la Central de Trabajadores del Uruguay y convocarán para 1964 a la Convención Nacional que luego se consolidará, creándose la CNT.
Todos estos elementos muestran como desaparecía "la Suiza de América", pero cada cuatro años los uruguayos seguían demostrando su adhesión a los partidos tradicionales; es decir, no había cuestionamiento de las bases económicas y políticas del sistema.-
Significativo y preocupante por lo que luego ocurrirá, será la sustitución en el gobierno de los personeros por los oligarcas. En el poder estarán los banqueros, estancieros, empresarios.-
A partir de 1968 se dará una escalada autoritaria (gobierno de Pacheco Areco), se gobernará en base a medidas prontas de seguridad.-
Para muestra de lo ocurrido en ese período: ilegalizaciones, censura, congelación de precios y salarios, militarización de funcionarios públicos, allanamientos de locales estudiantiles y sindicales, destituciones de autoridades, asesinatos de estudiantes –entre ellos- Líber Arce.
En América Latina se daban avances de organizaciones de ultraderecha, se avasallaban los sistemas democráticos y aumentaba la represión en todos sus aspectos. En Bolivia caía asesinado "El Che".
Es en este marco, que movimientos guerrilleros se plantean el cambio y la liberación. En nuestro país, ante la inoperancia obsecuente de los gobiernos de turno, surge el planteo de una nueva y posible forma de lucha: Raúl Sendic y un núcleo de militantes, fundan el "Movimiento de Liberación Nacional" (MLN- TUPAMAROS).




Década del ’70
Preso Raúl desde 1970 en el Penal de Punta Carretas, protagonizará junto a más de 100 guerrilleros la fuga, el 6 de setiembre de ’71, de dicho centro carcelario, a través de túneles.
El 1º de setiembre de 1972, luego de un intenso tiroteo por parte de los fusileros navales (FUSNA) , salvando previamente la vida de otros guerrilleros que estaban con él, Sendic –resistiendo en desigual enfrentamiento- es detenido quedando gravemente herido. Iniciaba un largo período carcelario de 14 años en las condiciones más inhumanas que puedan imaginarse.-

Liberado al amparo de la amnistía de 1985, vuelve a la legalidad y con un enfoque nuevo dentro de la izquierda uruguaya, llama a la atención sobre los grandes poblemas del país, Deuda Externa y la Tierra; funda entonces el Movimiento por la Tierra, escribe gran cantidad de artículos, donde explica lo que cree que son las coordenadas de la nueva acción política, participa en reuniones a nivel internacional y nacional, y más allá de todo afán de poder político se define a sí mismo como un luchador social.


Tupamaros y la muerte en el Queguay

TURISMO PEQUEÑO BURGUÉS RADICALIZADO EN QUEGUAY

Fotos de Héctor Rodríguez Cacheiro


“SIN LA CONCIENCIA DE LA MUERTE TODO ES ORDINARIO Y TRIVIAL”.


LOS AVISOS.

La señora de los huesos algunas veces nos envía claras señales de su disposición obligatoria a hacernos su primera y única visita.

Su cercanía habitual pasa generalmente desapercibida, pero los chamanes mejicanos dicen; “ella camina siempre un paso detrás nuestro”, algunas gentes, quién sabe por qué, podemos intuir su presencia, como los perros de Horacio Quiroga, y entonces con valiente cobardía medio negociamos el cuándo, el momento en que tocará nuestro hombro, o por lo menos tratamos de manejarnos de perfil cuando ella viene de frente arrollando, si tenemos suerte hoy podemos escribir, si no, seremos memoria, por un tiempo.

EL HOMBRE COMPAÑERO.

Con ese siniestro humor que tenemos los uruguayos para poner apodos, “nombretes”, les decimos, a él desde muchacho le pusieron “Martillo”. Causa, cabeza grande, Delgado, un metro cincuenta de estatura, fuerte, bien proporcionado, coronado por una magnífica cabeza, armónica, rostro fuerte, con cabello más bien largo, con lo que adquiría una aún mayor dimensión estatuaria.

Martillo, ciudadano, de la ciudad de Paysandú, de profesión taxista, de sonrisa fácil, amigable, humorista, famoso cebador de mate, arte en que no le conocí rivales, ni en aquella época de los setenta ni hasta hoy.

ATENCIÓN AVISO UNO.

Esa noche veníamos caminando apretados, llegamos al pozo de Lumba, bajamos, cerramos, el Negro Juan la ajustó la tapa con cuidado por afuera, al día siguiente, él abre a medio día y salimos los cinco a estirarnos un poco, estamos en eso cuando oigo el chasquido de las hélices, doy la alarma y digo:
–Todos abajo hay un helicóptero, el Negro se ríe y dice, –Pero no hombre, ese es el tractor de Lumba,
-Un helicóptero de verdad repito,
-Si habré arado horas con ese tractor, es mi trabajo,
-Por si las moscas dice el Manso, responsable del grupo y la columna 25, vamos abajo, y vos Juan asomáte al borde de estos eucaliptos, das una mirada y nos avisás.

Estamos bajando cuando viene Juan, esta vez blanco como un papel y dice:
-Está parado en el aire a veinte metros de altura y cerquita del borde de los árboles.

Cuando terminó de hablar ya estábamos en el fondo del pozo.

Este helicóptero “de verdad” nos dejó en un punto justo tangencial del perímetro del cerco que estaba montando el ejército, no fue grave pero sí fue un aviso claro.

Unas horas después fue cuando el Manso dijo una frase inolvidable que perdura en mi recuerdo:
-“Haremos un repliegue táctico desde el río Negro hacia Paysandú”
Yo pensé, callado: Este repliegue táctico puede transformarse en retirada estratégica, adivino que fui, hasta hoy no hemos parado.

Juan llevaría un mensaje para hacer la conexión vía telefónica y nos traería la respuesta.
Horas después nos avisa:
-A la una de la noche vendrá una camioneta y un auto a la carretera, en el punto de contacto aquí cerca.

Fotos de Héctor Rodríguez Cacheiro

EL POZO TATÚ.

Este era el espacio residencial de reposo que había elegido el Bebe para los turistas de la columna del interior.

Lo habíamos tomado de la experiencia del General Grivas de su lucha en Chipre, en nuestra versión se construía en base a un método muy simple y efectivo.

Se tomaba un tanque de gasolina vacío, se le quitaba fondo y tapa y se lo aplicaba sobre el terreno elegido, uno se metía adentro y comenzaba a escarbar, sacando la tierra sobrante, el tanque se iba transformando en la pared de un pozo cilíndrico , cuando la parte superior llegaba a ras del suelo , se agregaba un segundo tanque y se proseguía la operación, con esto habíamos construido un pozo de unos tres metros de profundidad, ahora se ampliaba el diámetro un medio metro en forma de círculo con unos cincuenta centímetros de profundidad y dejábamos un reborde en forma de escalón para eventualmente poner utensilios o las cosas para limpiar los fierros, a partir de este pozo se excavaban lateralmente cinco huecos con techo de semicírculo de sesenta de altura, piso de cincuenta de base, plano, dos veinte de profundidad, lo que quedaba con una forma de estrella.

En esos huecos, a tres metros bajo la superficie, entraban cinco un hombres, empujando su mochila al fondo, las armas a su costado, la cabeza hacia el centro de la estrella, de forma que era posible hablar en voz baja, la boca del pozo tenía una tapa recubierta con troncos y piedras, y unos caños de polietileno se incrustaban en algún tronco bien ocultos y nos aseguraban oxígeno suficiente para los cinco.

CUBIERTOS PARA CINCO.

En estas condiciones, perseguidos, enterrados vivos, forzosamente sigilosos, de pronto, tirado boca abajo en mi cubículo veo las manos de Martillo, que con movimientos limpios, precisos, medidos, de neurocirujano, saca de un costado un calentador, lo enciende, toma de no sé donde una ollita de aluminio, le pone agua de su cantimplora, espera que hierva, y pone un paquete de fideos, ¿¿¿, luego esas manos a punta de cuchillo abren una latita de pomidoro la agrega, y con unos sobres de algo completaba la cocción.

No se ha volcado nada, ni una gota de agua, todo preciso impecable, es repartido en cinco jarros de aluminio y ofrecido en silencio, apreciamos la primera comida caliente en varios días, apreciamos la sonrisa de triunfo modesto del cocinero.

Y yo pienso en silencio, este hombre, este compañero, que está haciendo aquí, bajo tierra, con gente limpiando fierros, con rostros quemados por la fatiga crónica de caminatas nocturnas, pérdidas de rumbo, desencuentros, pocas municiones, sin contactos ni comunicación, integrado a un entorno tan lejano al suyo natural de autos, transito, bocinas, semáforos, el bar con los amigos y la discusión política en el comité de base, la semana de turismo y la salida en grupo apescar.

Y yo pienso en silencio, que fuerza tiene este jodido para caminar un camino que no es el suyo propio, en un andar en la cuerda floja sin los reflejos propios del circense.

AVISO DOS.

Casa en la ciudad, un compañero avisa, mirá que la Sandra va a pasar a las cuatro por la vereda de enfrente con los dos niños, para que los veas.

Y cuando pasan, uno de mas o menso seis, otro caminando mal que bien, y los ojos idos de un amor sólido de Martillo., que los mira.

Y yo pienso en silencio, muy yo secreto, amor individual y lucha, combinación peligrosa, amor al pueblo, fortaleza y justificación, muy para mí, casi avergonzado.

AVISO TRES.

Era una casa de dos plantas, la de abajo normal, vivía la familia del compañero, la de arriba nosotros con un altillo hechizo y una pared con entrada falsa para un “berretín” con unas tablas de construcción mal puestas como piso.

Ahí teníamos que entrar rápido como Charlie Chan para desaparecer de la vista en caso de allanamiento por el ejército.

Ahí hubo otras historias que un día les cuento, pero ahora el centro es Martillo Varela y éste su último aviso, como en el teatro en los camarines de los actores “Atención último aviso Cleopatra, segundo acto”.

En el susodicho altillo había un ojo de buey que nos daba una buena perspectiva de la calle, decidimos hacer guardia por turnos de una hora.

Discutimos el repliegue posible y ensayamos la entrada al berre hasta hacerla bien rápido, un poco como en el cirque du soleil estamos, no estamos.

Se decidió en caso de problemas no combatir, para no poner en peligro a nuestros compañeros ni a los inocentes vecinos de abajo, pero como precaución el que estuviera de guardia tendría un arma por si las moscas, se eligió el arma de Martillo por ser la mas manuable para el caso.

Estamos hablando de un Winchester 44-40 como los de las películas de cowboys de nuestra infancia.

Atención, mucha atención, nos acercamos al punto exacto, matemáticamente exacto, de inflexión en el que la Señora decidió el destino de Sandro-Martillo, quién podría pensarlo, yo lo adiviné, advertí, avizoré, avisé, pero como otras veces había perdido de antemano mi confrontación con la Señora de los Huesos, vergüenza que no me atrevo a llamarla de otra forma por miedo a una partida como la del caballero del Séptimo sello, por cierto.

Para la guardia Sandro es el primero, yo voy de segundo, y luego el Flaco, el Manso, el Canario seguirían el turno.

Subo a la hora señalada, el compañero tendido boca abajo domina la perspectiva de la calle, se levanta, me da el arma y va a bajar, reviso el Winchester y noto una bala en la recámara, muevo la palanca y la saco y le digo a Martillo, en voz baja –“no podés tener este fierro montado, el gatillo es muy celoso y se te va un tiro en cualquier momento”, creyendo que era un error involuntario.

La Señora mueve sus piezas y Sandro, con voz airada, de tono violento que nunca imaginé en él –“Vos quién creés que sos para enseñarme a mí como usar mi arma”, síntesis complementada con el lenguaje corporal, palidez, sudoración, plena respuesta del síndrome “lucha o huída”.

Bajo detrás de él y hablamos un momento con los compañeros y decidimos por mayoría que en las guardias el arma no estaría montada.

La Señora pierde un alfil pero la noto sonriente, porque Sandro afirma tajante, que él –“fuera de la guardia la usaría como quisiera”.

EN EL CAMINO.

En la ciudad vienen cayendo los compañeros los locales y compañeros, la tortura funciona y cumple su triste tarea, nos reagrupamos en “el pozo de la vía”, pero sabemos que tiene las horas contadas, se decide ir al pozo cinco a buscar arroz, polenta y alguna poca cosa de comer que haya, seguimos caminando buscando el monte del Queguay para irnos hacia arriba hasta la Horqueta, donde nos encontraríamos con el grupo del Manso y del Tito, supuestamente.

Martillo tiene gripe, dolor de cabeza, evidente fiebre, fluido nasal, camina algo mareado.

La hija de perra Señora, enroca, asegurando la partida.

Somos un grupo de once, el baqueano un compañero de la zona, con sus catorce años y muchos kilómetros caminados en la noche de la esperanza, de la lucha, del sacrificio.

La oscuridad es sólida, casi es difícil respirar, vamos en fila india muy cerca uno de otro, unos tres metros, cruzamos la carretera por grupos, con cuidado, después un alambrado con hilos de púas nos endentece.

Pasa uno, pasa sus armas y mochila, cruza y lo mismo el siguiente, así todos, lenta y cuidadosamente la Señora piensa –“Jaque en dos jugadas”, yo puedo sentirlo en el aire, en la noche oscura, en mi pecho, no sé de donde vendrá, `pero sí sé que viene, indetenible, irrevocable en silencio, pulcra y eficiente va a cumplir su tarea, me pregunto en silencio, el cuando es ahora, el quién será el más lento en la marcha.

La voz que pasa de boca en boca hacia el grupo vanguardia, Sandro pide un alto, está bien son cinco minutos contesta el Tambero.

Un alto significa acuclillarse cada uno en su lugar, restañar el sudor de la caminata, abrigarse del frío húmedo de la noche, la silueta del monte puede intuirse a unos cien metros imposiblemente más oscura que nuestro entorno.

Cuando suena el disparo, mi cuerpo a tierra de reflejo automático mi cerebro por su cuenta percibe algo extraño en el ziziziziz lento de la bala y no el seco PAC del disparo de fusil cuando rompe la barrera de sonido.

Jaque mate dice Ella y se repliega a su infra espacio, lenta, como aburrida de ganar-ganar siempre.
Levanto la cabeza y veo a la Parda parada un poco mas adelante, tiráte al suelo le digo, nos atacan, y ella con esa voz ronca y atiplada que tiene dice-“no, el disparo fue aquí”.




EN EL VIAJE.

Como es en el grupo de atrás, digo fuerte –“nadie se mueve”, y voy caminando hasta encontrar a Martillo, hombre, compañero; hermano de lucha, arrodillado y caído hacia delante, un ronco estertor salía de su garganta, con un ritmo lento, claro, en esa una noche sin estrellas, y el navegando sin brújula en el espacio sideral.

Me inclino sobre él y levanto su pulóver junto con la campera por delante y veo un círculo negro unos centímetros sobre el esternón por encima de su plexo solar, bajo la ropa y repito la operación en la espalda para descubrir una mayor siniestra mancha sobre el lado izquierdo en la escápula.

A la compañera mas cercana le digo-“Avisá al Tambero que el compañero tiene de tres a cinco minutos de vida”, ella que es nurse me dice cuchicheando –“No hables fuerte porque ellos pueden oír aún”, y yo digo para que él me oiga

-“Compañero estás muriendo no puedo mentir, te recordaremos siempre en la lucha”.

Aún hoy a miles de horas y miles de kilómetros de distancia no siento románticamente cursi, ni grotescamente propagandístico este último, por ahora, diálogo entre Sandro y Carlos entre Martillo y Alberto.

La fila de compañeros acuclillada refugiada en un silencio espeso, siento que hay que moverse, salir de esa burbuja siniestra de vacío que nos va envolviendo y aprieta.

Traigan una manta, Juanca, Peludo, Flaco, Canario, los más enteros, pónganlo encima y agarramos por las puntas, vamos a buscar el monte, los demás esperan en silencio, el disparo pudo alertar una pinza de la carretera.

El Peludo nos guía, pasamos unos chaparrales de espinillos y luego nos toma la oscura protección del monte.

Encontramos un espacio alto y vamos a la tarea, hay que cavar una fosa profunda para protegerlo de los zorros y otras alimañas, usando los cuchillos, única herramienta a mano.

Consejo útil para el futuro, nunca intenten cavar una tumba para un compañero a cuchillo limpio, tiene que haber otra forma, pero no había, trabajamos de a dos por turnos, en silencio, las caras brillosas de un sudor aceitoso, una tenue luz de linterna en las últimas, otra que el monólogo de Hamlet, ahí sólo podía oírse si se ponía atención con cuidado, los ecos de una carcajada lejana de la señora, de “misión cumplida”.

Cuando se llega a la altura del pecho dice el Canario –“Parece suficiente”, subimos lo tomamos de las axilas y de los pies, cuando, para nuestro asombro martillo no cabe, es más largo, está mas largo, -“y si le doblamos las rodillas” dice alguien, -No pará, respetemos al Compañero”, otra ronda de cuchillos y terminamos el rostro del Juanca, amigo de la vida, está brillante y blanco como el mármol de por aquí.

Antes de irnos, decimos tres palabras de adiós a Sandro y regresamos al grupo, retomamos la caminata hacia la Horqueta, no, no es así, retomamos nuestras propias caminatas hacia el encuentro necesario con la Señora que con su paciencia habitual nos espera.

La Parda venía muerta de frío le doy la campera de Martillo, y me dice, tímida,-“Pero está manchada con sangre”, le doy la mía y me siento protegido por la del compañero, porque significa hasta hoy mismo un compromiso blindado de no olvido.

LOS ECOS DE UNA RISA.

Días y noches mas tardes, otras historias, interrogatorio entre sesiones de máquina, -“Vos sabés algo de anatomía”¿¿, lo vi venir, -“No nada no soy médico”,-“Hijos de puta, ejecutaron a Martillo y ahora nadie sabe nada, la familia nos está acusando a nosotros”.
-“Vos sabés donde lo enterraron en el monte”, -“No conozco yo soy de la ciudad”.

Al otro día de la noche oscura del Queguay, siento la imperiosa necesidad de saber como fue el accidente, me quedo con el 44-40, y en los días siguientes con una determinación obsesiva trato de encontrar el hecho mecánico que lo determinó.

Cientos de veces, sin proyectil en la recámara intento disparar el martillo sobre la aguja percutora. No hay forma. El martillo no cae por más que apriete el gatillo, si está trabado en el punto de descanso.

En una guardia en la noche, frente a un ruido extraño, silenciosamente monto la palanca y queda pronto para disparar.

Pasa el momento de alarma, aprieto suavemente el gatillo, dejo caer el martillo hasta su punto de descanso. Para mantener el silencio no desmonto el proyectil de la recámara.

En la madrugada ya hay visibilidad, voy a manejar la palanca para sacar el proyectil de la recámara y lo que veo me deja pasmado, con el famoso sudor frío corriendo por toda mi piel. El martillo estaba apoyado directamente sobre la aguja percusora y ésta apoyada directamente sobre el fulminante de la bala 44-40.

Entonces comprendí lo sucedido, la mala leche de la Señora, que no satisfecha con su poder, aún tuvo que apoyarse sobre la necedad de Sandro, y aún más sobre una falla milimétrica en la manipulación del mecanismo del arma.

Vi claramente a Martillo, pequeño, con su gran mochila a cuestas, empapado en sudor febril, recuerdo que todo el camino traía un pañuelo en la mano, pide un descanso , viene la orden, se detiene a sacar un brazo de la correa mochilera mientras tiene el rifle en la mano izquierda, cuando saca el otro brazo, fusil en mano derecha la carga se desliza al suelo y él se inclina hacia delante para sentarse, va a apoyarse en el arma para ayudarse, golpea suavemente el suelo con la culata. La ley de la inercia se cumple, “Jaque mate”, el propio peso de proyectil lo empuja contra la aguja, el fulminante cumple su función, deflagra la pólvora y el proyectil 44-40 de punta mocha hace su ciega obra destructiva en el pecho del compañero.

Otra vez el interrogatorio burocráticamente apoyado en la máquina, -“No, pará fue un accidente”, -“no jodás si he tratado docenas de veces hacer dispara accidentalmente ese Winchester y no hay caso”, -“Probá dejando caer suavemente el martillo sobre la aguja, y luego golpeá la culata en el suelo, verás como trabaja la inercia”, -“Si es una joda te va acostar caro”.

Unos minutos después se oye un disparo.

Al menos, pensé logré patearle el tablero, tendrá que esperar la próxima partida, me sale una mueca que quiso ser sonrisa.

De cualquier forma en los titulares de los medios y en el informativo nocturno que nos pasan por los parlantes, la noticia del día es “El ajusticiamiento de un militante Tupamaro por su propio grupo”.

NO HAY MAL…

No hay mal que por bien no venga, dicen las gentes de campo y la verdad, Compañero Martillo es que si bien el mal fue que los milicos fueran a quitarte de tu tierra, ellos al menos te dieron a tu familia, hoy por hoy leyes mediante los exexexcompañeros, te quitarían esos dos metros por uno que como tomatierra tuviste, y todavía hubieras terminado preso.

Como dijo el Tambero los que nos van a reprimir son nuestros viejos compañeros.

La muerte es nuestra eterna compañera, se halla siempre a nuestra izquierda a la distancia de un brazo detrás nuestro, ella es la única consejera sabia con la que cuenta un guerrero.
Dicen los chamanes.

Dicen los nicas:
“No te olvides que todos somos hijos de la muerte”.

Luis Alberto Machado Rodales



Los cultivos de soya aumentan el cáncer


Material gráfico de Héctor Rodríguez Cacheiro

La leche y la carne del primer mundo causan estragos en América Latina
La soya que alimenta a los vacunos en Europa causa graves problemas ecológicos en los países que la cultivan
La leche y la carne que se consume en Europa parecen productos naturales y frescos. Sin embargo están
produciendo enormes daños sobre los seres humanos y sobre el medio ambiente por ejemplo en Sudamérica, donde se cultiva la soya que sirve de alimento al ganado europeo.
Los grupos de apoyo a América Latina y las organizaciones ecológicas europeas estando mostrando los graves problemas ambientales que causan los grandes cultivos de  esta leguminosa.
La rápida expansión de los cultivos de soya en América del Sur implican además que los habitantes locales y los pequeños campesinos sean alejados de sus lugares de origen y que las fumigaciones peligrosas para la salud y el medio ambiente se viertan en los cursos de agua produciendo el aumento de los casos de cáncer, envenenamiento y alergias graves de los cultivadores.
La mayor parte de la soya que se importa por los países europeos es usada como alimento para los vacunos, los cerdos y pollos. Esta soya es una fuente barata de proteínas que permite crecer bien a los animales domésticos.
Desde que las proteínas de origen animal fueron prohibidas a causa de la “enfermedad de la vaca loca” ha aumentado el uso de la soya en Europa, con la consiguiente expansión de sus plantaciones en Sudamérica, que hemos visto naturalmente también en Uruguay. En el Paraguay este cereal insume el 40% del total de la tierra utilizada para cultivos de exportación, en Argentina las plantaciones de soya abarcan más de la mitad de la superficie cultivable y en Brasil han aumentado los cultivos el 200% , con una superficie total mucho mayor que la del Uruguay entero. Simultáneamente con la expansión incontrolada de estos cultivos luchan los campesinos sin tierra y la población local desesperadamente, sin posibilidades de  obtener una vida digna, cultivar para su sustento y asegurar el futuro para generaciones posteriores. Además se dañan recursos naturales de nuestra región.
La industria de la soya y de la carne vacuna da grandes ingresos por su exportación, pero sin embargo la mayor parte de esta torta va a parar a los bolsillos de pocos privilegiados. De lo que no se habla es del oscuro trasfondo de estos negocios. La transformación de la agricultura ha llevado a que las personas hayan sido empujadas hacia fuera y  desalojadas con los consiguientes violentos y dolorosos conflictos como consecuencia inevitable. Tanto en Brasil como en Paraguay los campesinos sin tierra han sido muertos y torturados  los últimos años a causa de su resistencia.
El sociólogo paraguayo Tomás Palau expresa aun que el campo se ha paramilitarizado por los cultivadores de soya y el estado, con el propósito de reducir a los pequeños agricultores y a los asalariados rurales que exigen una reforma agraria. Las grandes empresas y los productores de carne europeos son colocados antes que la propia población local.
Detrás de la gran mayoría de los productores de soya se encuentran gigantes multinacionales como Monsanto, Cargill y Bunge. En Paraguay Monsanto tiene un monopolio virtual de las semillas por medio de haber logrado una variante modificada genéticamente que es resistente a los pesticidas que se fumigan sobre los cultivos a los efectos de combatir los insectos dañinos y las malezas. Y además, la empresa que fabrica los propios pesticidas y herbicidas es la propia Monsanto.
El cáncer aumenta
Investigadores brasileños informan que los casos de cáncer aumentan. Muchos de estos plaguicidas y herbicidas están prohibidos en Europa, pese a lo cual se usan en Sudamérica, tales como paracuat, endosulfano y otros. En Paraguay los cultivadores de soya han sido acusados durante los últimos años por una serie de muertes. Las personas que viven cerca de los cultivos han sido de pronto fumigados con plaguicidas destinados a las plantas. También en hay muchos casos de  enfermedad y hasta muerte por haber bebido agua o comido alimentos contaminados.
Aparte de estos efectos directos las poblaciones locales se ven afectadas porque la expansión de los cultivos ha determinado que zonas naturales importantes desaparezcan. Los cultivadores de soya en Brasil compran tierras de los ganaderos que a su vez tienden a llevar sus ganados a las tierras más baratas de la Amazonia, cuyos árboles deben entonces ser eliminados. Según observadores suecos los cultivos de soya y la ganadería son los principales responsables de la deforestación de la Amazonia.
La selva amazónica
La selva amazónica contiene una invalorable variedad biológica y representa un entorno de vida para muchos aborígenes, aparte de ligar enormes cantidades de carbono y es, por lo tanto, de importancia vital para la supervivencia de la tierra entera. De acuerdo con cálculos del Instituto de los Recursos Mundiales la tala de la Amazonia liberaría aproximadamente 50 veces más de lo que produce todo EEUU por año. Aun así los consumidores europeos permiten que la necesidad de alimento barato de los productores de carne y leche contribuyan a que la selva amazónica y otros sistemas ecológicos únicos como la sabana sean destruidos.
No creemos que verdaderamente los consumidores del primer mundo sean conscientes de este desarrollo, en particular del sufrimiento de la población autóctona. De lo contrario seguramente con una disminución drástica del consumo de carne podrían influir sobre los productores e impedir que los vacunos europeos colonicen América del Sur, tal como lo hicieron sus tropas hace mucho tiempo. Pero somos nosotros los que debemos tomar nuestro destino en nuestras manos y controlar las plantaciones de soya en nuestro país y en nuestra América y el uso de fertilizantes y plaguicidas peligrosos.