El ejército de los traidores a Artigas

EJÉRCITO NACIONAL: ¿200 AÑOS DE DONDE?

Andrés Capelán
– De la mano del gobierno y todas sus instituciones (hay hasta un sello postal alusivo), los milicos también se subieron a este circo del “Bicentenario”, y pintaron en las paredes de sus cuarteles unos carteles que dicen “Ejército Nacional 200 años 1811 – 2011”. Es que aunque resulte difícil entenderlo, aunque suene ridículo, el Ejército uruguayo pretende ser más viejo que el Uruguay y hasta ha elegido el 18 de mayo de 1811 como fecha de su fundación.
Es curioso, porque ese día las tropas que –al mando de José Artigas– vencieron al ejército español en las cercanías de la ciudad de Las Piedras, no enarbolaban otra bandera que la del rey Fernando VII –a la sazón prisionero de Napoleón Bonaparte– y respondían jerárquicamente a la Junta Revolucionaria bonaerense.

Como recuerda Carlos Machado en su Historia de los Orientales, los insurrectos “son fernandistas, alzando la bandera del rey preso (procurando ‘mantener ilesos estos preciosos dominios de nuestro infortunado rey’ según escribe Artigas en abril, repitiéndolo el 20 de mayo, después de Las Piedras, con iguales palabras y llamándolo ‘amado soberano’ en otro documento de la fecha: ‘la Exma. Junta Provisoria sostiene sólo la causa de nuestro augusto monarca, don Fernando VII’).”

Luego, desde 1812, las tropas orientales pelearon bajo la bandera argentina, hasta que en 1815 –rotas las relaciones con Buenos Aires– Artigas crea la por él llamada Bandera de los Pueblos Libres. En oficio dirigido al Gobernador de la Provincia de Corrientes, José de Silva, el 4 de febrero de 1815, el libertador dice: “Buenos Aires hasta aquí ha engañado al mundo entero con sus falsas políticas y dobladas intenciones. Estas han formado la mayor parte de nuestras diferencias internas y no ha dejado excitar nuestros temores la publicidad con que mantiene enarbolado el Pabellón español. Si para simular este defecto ha hallado el medio de levantar en secreto la bandera azul y blanca: yo he ordenado en todos los Pueblos Libres de aquella opresión, que se levante una igual a la de mi Cuartel General: blanca en medio, azul en los extremos y en medio de éstos, unos listones colorados, signo de la distinción de nuestra grandeza, de nuestra decisión por la República y de la sangre derramada para sostener nuestra Libertad e Independencia."

La descripción que Artigas hace de su bandera no deja lugar a dudas. Sin embargo, en los hechos dio lugar a tres versiones distintas. La que respeta textualmente el diagrama artiguista es la actual bandera del Departamento de Paysandú, pero en Montevideo Francisco Otorgués izó una bandera con tres franjas horizontales (roja, azul y blanca). Finalmente, la República Oriental del Uruguay designaría como “Bandera de Artigas” a una enseña blanca en medio y azul en los extremos superior e inferior, atravesada por una línea diagonal roja descendente de izquierda a derecha.
Fuere como fuere, cuando en el acto en el que el 18 de Julio de 1830 se juró la Constitución de la República Oriental del Uruguay, flameaban las banderas del nuevo estado y las de sus mentores: Argentina, Brasil y Gran Bretaña, pero ninguna bandera artiguista. Algo obvio, si tomamos en cuenta que los que fundaron este país fueron los traidores y los enemigos de Artigas (en ese momento y por los siguientes 20 años, prisionero en Paraguay).
Así pues, en todo caso el ejército uruguayo es heredero del creado por la Constitución de 1830, y no de aquél que peleó contra los españoles, los argentinos, los portugueses y los brasileros.
Es así que éste ejército no es el que peleó por la libertad de la Patria junto a los Charrúas, sino el que los masacró vilmente en Salsipuedes.
Éste ejército no es heredero de Artigas, quien decía aquello de “Mi autoridad emana de vosotros y cesa ante vuestra presencia soberana”, sino del del colorado Rivera, quien hizo lo mismo que hizo éste en 1973 y dio el primer golpe de Estado tan temprano como en 1836.
Éste ejército no es heredero de Artigas, porque en lugar de tener “Clemencia para los Vencidos”, los torturó, los asesinó y ocultó sus cuerpos, y robó sus bienes y sus hijos.
Éste ejército no es el de Artigas, sino –precisa, exactamente– el de sus traidores.
Así que 200 años, “minga”. Cuando mucho 181 y gracias.
Fuente: COMCOSUR


Chomsky: Libia y el mundo del petróleo

Libia y el mundo del petróleo



El mes pasado, en el tribunal internacional sobre crímenes durante la guerra civil en Sierra Leona, el juicio del ex presidente liberiano Charles Taylor llegó a su fin. El fiscal general, el profesor de derecho estadunidense David Crane, informó a The Times de Londres que el caso estaba incompleto: los fiscales pretendían encausar a Muamar Gadafi, quien, dijo Crane, era finalmente el responsable por la mutilación y/o asesinato de 1,2 millones de personas.
Pero el encausamiento no se daría. Estados Unidos, el Reino Unido y otros países intervinieron para bloquearlo. Al preguntarle por qué, Crane dijo: Bienvenido al mundo del petróleo.
Otra víctima reciente de Gadafi fue sir Howard Davies, el director de la Escuela de Economía de Londres, quien renunció después de revelaciones de los lazos de la escuela con el dictador libio.
En Cambridge, Massachusetts, el Monitor Group, una firma de consultoría fundada por profesores de Harvard, fue bien pagado por servicios tales como un libro para llevar las palabras inmortales de Gadafi al público en conversación con famosos expertos internacionales, junto con otros esfuerzos para mejorar la apreciación internacional de Libia (la de Gadafi).
El mundo del petróleo rara vez está lejos en el telón de fondo en asuntos que conciernen a esta región.
Por ejemplo, cuando las dimensiones de la derrota estadunidense en Irak ya no podía ocultarse, la retórica bonita fue desplazada por el anuncio honesto de objetivos políticos. En noviembre de 2007 la Casa Blanca emitió una declaración de principios que insistía en que Irak debe conceder acceso y privilegio indefinidos a los invasores estadunidenses.
Dos meses después, el presidente George W. Bush informó al Congreso de que rechazaría la legislación que limitara el emplazamiento permanente de las fuerzas armadas estadunidense en Irak o el control de Estados Unidos de los recursos petroleros de Irak; demandas de que Estados Unidos tendría que abandonar poco después ante la resistencia iraquí.
El mundo del petróleo ofrece una guía útil para las reacciones occidentales ante los notables levantamientos pro democráticos en el mundo árabe. Al dictador rico en petróleo que es un cliente confiable se le da virtual rienda suelta. Hubo poca reacción cuando Arabia Saudí declaró el 5 de marzo: Las leyes y las regulaciones en el reino prohíben totalmente todo tipo de manifestaciones, marchas y plantones así como la convocatoria a los mismos ya que van contra los principios de la Shariah y las costumbres y tradiciones saudíes. El reino movilizó enormes fuerzas de seguridad que rigurosamente aplicaron la prohibición.
En Kuwait, pequeñas manifestaciones fueron sofocadas. El puño de hierro golpeó en Bahrein después de que fuerzas militares encabezadas por Arabia Saudí intervinieron para garantizar que la monarquía sunita minoritaria no se viera amenazada por llamados a reformas democráticas.

Bahrein es sensible no sólo porque alberga a la Quinta Flota de Estados Unidos sino también porque colinda con áreas chiíes de Arabia Saudí, ubicación de la mayor parte del petróleo del reino. Resulta que los recursos energéticos primarios del mundo se localizan cerca del norte del golfo Pérsico (o golfo Arábigo, como a menudo le llaman los árabes), en gran medida chií, una potencial pesadilla para los planificadores occidentales.
En Egipto y Túnez, el levantamiento popular ha conseguido victorias impresionantes, pero, como informó la Fundación Carnegie, los regímenes permanecen yal parecer están decididos a frenar el ímpetu pro democrático generado hasta ahora. Un cambio en las elites gobernantes y el sistema de gobierno sigue siendo un objetivo distante; y uno que Occidente buscará mantener así.
Libia es un caso diferente, un Estado rico en petróleo dirigido por un dictador brutal que, no obstante, es poco confiable: Un cliente digno de confianza sería preferible por mucho. Cuando estallaron protestas no violentas, Muamar Gadafi actuó rápidamente para aplastarlas.
El 22 de marzo, mientras las fuerzas de Gadafi convergían en la capital rebelde de Bengasi, el principal asesor sobre Medio Oriente del presidente Barack Obama, Dennis Ross, advirtió de que si había una masacre, todos nos culparían a nosotros por ello, una consecuencia inaceptable.
Y Occidente ciertamente no quería que el coronel Gadafi aumentara su poder e independencia sofocando la rebelión. Estados Unidos se unió a la autorización del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de una zona de exclusión aérea, que sería puesta en práctica por Francia, el Reino Unido y Estados Unidos.

La intervención evitó una probable masacre pero fue interpretada por la coalición como la autorización para el apoyo directo a los rebeldes. Se impuso un alto el fuego a las fuerzas de Gadafi, pero se ayudó a los rebeldes a avanzar hacia el oeste. En poco tiempo conquistaron las principales fuentes de la producción petrolera de Libia, al menos temporalmente.
El 28 de marzo, el periódico en árabe con sede en Londres Al-Quds Al-Arabi advirtió de que la intervención dejaría a Libia con dos Estados, un este rico en petróleo y en manos de los rebeldes y un oeste encabezado por Gadafi y sumido en la pobreza... Dado que los pozos petroleros han sido asegurados, podríamos encontrarnos enfrentando a un nuevo emirato petrolero libio, escasamente habitado, protegido por Occidente y muy similar a los estados emiratos del golfo. O la rebelión respaldada por Occidente podría seguir adelante hasta eliminar al irritante dictador.
Se arguye comúnmente que el petróleo no puede ser un motivo para la intervención porque Occidente tiene acceso al mismo bajo el régimen de Gadafi. Cierto pero irrelevante. Lo mismo podría decirse sobre Irak bajo el régimen de Saddam Hussein, o Irán y Cuba actualmente.
Lo que Occidente busca es lo que Bush anunció: el control, o al menos clientes dignos de confianza y, en el caso de Libia, el acceso a enormes áreas inexploradas que se espera que sean ricas en petróleo. Documentos internos británicos y estadunidense insisten en que el virus del nacionalismo es el mayor temor, ya que podría engendrar desobediencia.
La intervención está siendo realizada por las tres potencias imperiales tradicionales (aunque podríamos recordar –los libios presumiblemente lo hacen– que, después de la Primera Guerra Mundial, Italia llevó a cabo un genocidio en el este de Libia).

Las potencias occidentales están actuando en virtual aislamiento. Los estados de la región –Turquía y Egipto– no quieren participar, tampoco África. Los dictadores del golfo se sentirían felices de ver partir a Gadafi; pero, aun atiborrados de las armas avanzadas que se les ofrecen para reciclar los petrodólares y asegurar la obediencia, apenas ofrecen más que una participación simbólica. Lo mismo aplica en otros lugares: India, Brasil e incluso Alemania.
La primavera árabe tiene raíces profundas. La región ha estado en fermentación durante muchos años. La primera de la ola actual de protestas empezó el año pasado en el Sahara Occidental, la última colonia africana, invadida por Marruecos en 1975 y retenida ilegalmente desde entonces, de manera similar a Timor Oriental y los territorios ocupados por Israel.
Una protesta no violenta en noviembre pasado fue sofocada por fuerzas marroquíes. Francia intervino para bloquear una investigación del Consejo de Seguridad sobre los crímenes de su cliente.
Luego se encendió una llama en Túnez, que desde entonces se ha extendido para volverse una conflagración.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2011/04/10/index.php?section=opinion&article=028a1mun
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Sí, matar al tirano - Osvaldo Bayer

Sí, matar al tirano - Osvaldo Bayer


Desde Bonn, Alemania

Nunca hubiera imaginado que el destino me llevara a ser testigo de un hecho pleno de las fantasías que siempre contiene la realidad humana. En Bad Bramstedt, una pequeña ciudad del norte alemán, se llevó a cabo un acto de homenaje a Kurt Gustav Wilckens. Sí, nada menos. ¿Quién fue Kurt Gustav Wilckens? El obrero alemán que, en enero de 1923, mató al teniente coronel Varela, en Palermo, frente a los regimientos 1 y 2 de Infantería. El teniente coronel Varela había sido el ejecutor del fusilamiento de centenares de peones patagónicos en las huelgas rurales de 1921-22, durante el gobierno de Hipólito Yrigoyen.

Wilckens, para cometer el hecho, usó el principio de “Matar al tirano” que sostenían los anarquistas. “Cuando en un país no hay justicia, el pueblo tiene el deber de llevarla a cabo”, sostenían. En el caso de Varela, Wilckens señaló que los obreros debían ejecutarlo porque, si no, volvería a cometer crímenes similares.


Después de su acción, Wilckens fue detenido, llevado a la cárcel y, allí, asesinado por un pariente de Varela que se hizo pasar por guardia penitenciario –con aprobación de las autoridades–, que lo mató mientras dormía en su celda.

Bad Bramstedt está orgullosa de que Wilckens haya nacido allí. Los diarios locales y de la zona publicaron páginas enteras en recuerdo a él. Wilckens pertenecía a una antigua familia –ese apellido está entre los fundadores de la ciudad– que vivía justo en la plaza principal. Fui invitado a hablar en el acto que se realizó en el castillo histórico, en un amplio salón, y la concurrencia fue principalmente de docentes, periodistas y antiguos vecinos de la ciudad que conocieron a la familia Wilckens. También se hizo presente un buen número de estudiantes.

Y la iniciativa partió nada menos que de dos libreros, Ralph y Hans, de la librería Hans, el Feliz.

En la Argentina siempre se ninguneó el hecho de Wilckens. Se silenció todo. En el célebre debate sobre los crímenes oficiales cometidos contra las peonadas patagónicas, la bancada mayoritaria –los radicales– negó la investigación, abandonando el recinto a la hora de votar. ¿Qué debían hacer los obreros? ¿Callarse la boca y “mirar hacia adelante? No, había llegado el momento de aplicar aquello de “cuando no hay justicia...”. Y la ejecutó Wilckens. Fue solo a enfrentar al todopoderoso militar. Cuando sus compañeros de ideas quisieron acompañarlo, él les respondió: “No, para una persona, una sola persona”. Y fue solo a “hacerlo” al militar dueño de la vida y de la muerte.

Al sepelio del militar fusilador fueron todos, desde el presidente Alvear y el ex presidente Yrigoyen, con todos sus ex ministros, hasta miembros de la Sociedad Rural, por supuesto.

En el acto en su ciudad natal alemana se propuso que se pusiera una placa en la casa donde nació, relatando quién había sido Kurt Gustav Wilckens. Al militar fusilador nunca nadie se atrevió a hacerle después homenajes, ni siquiera a recordarlo. En su tumba en el panteón militar, hasta hace poco había sólo una placa que decía: “Los británicos en el territorio de Santa Cruz a la memoria del teniente coronel Varela, ejemplo de honor y disciplina en el cumplimiento del deber”. Está todo dicho. No es necesario decir más. Y la verdad fue cantada por el payador criollo Martín Castro, en su “Canto a Wilckens”, en el cual en una estrofa lo define todo:

Wilckenens no es vegüenza,

es el futuro, es la cosecha,

de quien sembró tiranías

para recoger violencias


La historia del mundo está sembrada de reacciones así. Tenemos el ejemplo del armenio Soghomon Tehlirian, quien el 15 de marzo de 1921 mató a Taleat Pachá, en Berlín, de un tiro. Taleat Pachá había sido ministro del Interior del gobierno turco que ordenó la masacre del pueblo armenio, que comenzó en 1915. Esa masacre es una de las más crueles de la historia: los armenios fueron desalojados de sus casas, los hombres fueron muertos a tiros y las mujeres y los niños obligados a caminar distancias sin límites hasta que ellas cayeran exhaustas de sed y de falta de alimentación, al igual que sus niños. Así fueron muertos un millón y medio de armenios. Nunca los gobiernos turcos reconocieron ese genocidio, sino que han tratado siempre de “mirar hacia adelante”. El joven Tehlirian, a quien le habían matado a toda su familia, tomó la decisión de “matar al tirano” en la figura del ministro del Interior turco responsable de las masacres, que se encontraba en 1921 en Berlín, Alemania. En la calle le pegó un solo tiro que fue mortal.

El juicio que la Justicia alemana le hizo al vindicador Soghomon Tehlirian fue ejemplar. Justamente fue eso, los jueces consideraron que había hecho uso de ese principio: matar al tirano y que, cuando no hay justicia, el pueblo tiene derecho a hacer justicia por su propia mano.

Los armenios publicaron un libro donde se trae completa la versión taquigráfica de todo el juicio, con los argumentos del fiscal, de los defensores y del veredicto final de la Justicia con la absolución del vengador Soghomon Tehlirian. Fue un paso adelante en el verdadero sentido humano que debe entender la Justicia de los pueblos. Y algo que deben tener en cuenta todos los dictadores del futuro: cuando el matar se toma como algo natural para mantener el poder tiránico, siempre es posible una figura que no acepte ello y aplique el principio de matar a quien mató y no pagó por sus crímenes.

Justamente la comunidad armenia de la Argentina publicará próximamente en un libro el texto íntegro de este juicio. Allí, el lector podrá leer cómo todas las acusaciones del fiscal son contestadas con argumentos justos por los abogados defensores y los argumentos que esgrimieron en una situación tan difícil. Sólo cito un párrafo del abogado defensor Johannes Werthauer: “Pregunto: ¿hay algo más humano que lo que se nos ha presentado aquí? El vengador de todo un pueblo, de un millón y medio de asesinados, está erguido frente al individuo responsable del exterminio de aquel pueblo, frente al autor de aquellas torturas. Empuña la pistola para encarnar el espíritu de la justicia frente a la fuerza bruta. Baja a la calle como el representante del humanismo contra el salvajismo, del derecho contra la injusticia, de los oprimidos contra el representante total de la opresión. Y enfrenta en nombre de un millón y medio de asesinados a quien con todo el pueblo turco tiene la culpa de esos crímenes. El representa a sus padres, hermanas, cuñados y hermanos asesinados y además a su sobrino, de dos años, también masacrado. Lo respalda toda la Nación Armenia desde el anciano hasta el niño de cuna. El lleva la bandera de la justicia, la bandera del humanismo. Señores del jurado, ustedes deben decidir qué ha ocurrido en su alma y su cerebro en el momento del homicidio: si era o no dueño de su voluntad”.

Por unanimidad del jurado, el autor del hecho, Soghomon Tehlirian, fue dejado de inmediato en libertad. Una resolución que conmovió al mundo.

La versión en español que se editará ahora de este juicio lleva un prólogo del juez, miembro de la Corte Suprema de la Nación Argentina, doctor Eugenio Raúl Zaffaroni. Desarrolla ahí un concepto que hará historia. Con una profundidad y una amplitud de mira humanista dice, por ejemplo: “La impunidad de Taleat Pachá frente a la magnitud tan formidable de la injusticia cometida contra el pueblo armenio hacía que el Derecho penal perdiese la fuerza ética necesaria para sancionar al que le diese muerte. La impunidad de la masacre condenaba a Taleat y determinaba la absolución de Tehlirian. Taleat había dejado de ser considerado persona. La impunidad del genocida lo deja en condición de no persona, pues le retira la cobertura jurídica. Quien lo ejecuta no puede ser condenado, aunque nadie lo confiese y aunque se fuercen los argumentos y argucias jurídicos para no condenarlo. Se lo declarará inimputable, se acudirá a la ficción del acto de guerra o se buscará algún pretexto de forma procesal, pero un tribunal imparcial no lo puede condenar”.

Palabras sabias que hablan, por sobre todo, a favor de la vida, ya que pone en aviso a todo poderoso que se precia de su poder, tomando a la muerte como método. Y con eso correrá el peligro de buscar él mismo su muerte.

El otro caso es el del alemán Georg Elser, el humilde obrero que atentó contra Hitler en 1939. Es increíble la minuciosidad que empleó pese al peligro de ser descubierto en cualquier momento. Sabiendo que Hitler iba a presidir un acto en la célebre cervecería de Munich, con todo su escuadra mayor, Elser preparó una bomba que colocó en el interior de una columna del salón, justo al lado del podio donde iba a estar el dictador. Días y noches pasó Elser en ese lugar, haciendo el boquete. Lo tuvo listo justo la noche anterior al acto y preparó la bomba para que estallara justo en el momento en que estaba anunciado el acto donde iba a hablar el dictador, el 8 de noviembre de 1939. Pero el atentado fracasó. Hitler adelantó el acto por un problema de traslado a Berlín y se fue 13 minutos, justo 13, antes de que explotara la bomba que destruyó todo el ámbito donde había hablado Hitler. Si se hubiese quedado, la historia del mundo habría cambiado completamente. Muerto Hitler, el motor del nazismo, nadie lo hubiera podido reemplazar en su papel de dictador supremo. Se hubieran salvado así millones de personas. El obrero Georg Elser pagó caro su propósito de matar al tirano. Fue detenido en la frontera con Suiza, estuvo preso en el campo de concentración de Dachau hasta que fue ejecutado por las SS el 9 de abril de 1945.

Pero en la historia finalmente triunfa la ética; puede tardar mucho a veces, pero siempre sabe extraer los verdaderos valores, principalmente los de aquellos que dieron su vida por detener la violencia de los que mandan. Hoy, Elser tiene cinco monumentos en Alemania: en Berlín, en Heidenheim, en Freiburg y en Konstanz. En Munich existe la Georg Elser–Platz, con un monumento en el cual se prende todos los días una luz a las 21.20, hora en que explotó la bomba que depositó él contra el genocida. Se han escrito sobre él ya once biografías y dos novelas y se han rodado cinco films donde se lo consagra como héroe del pueblo.

Matar al tirano. No como regla ni como costumbre. Sólo como llamado de atención a los del poder omnímodo: ninguna violencia de arriba es gratuita. Siempre se va a volver contra el que la inició. Tampoco la venganza es una solución, pero es algo incontenible, humano. Una reacción de los generosos que dan su vida para acabar con los crímenes de los que ejercen el poder. Algo para aprender.

Página 12

Publicado por Pelusa en Otro Uruguay es Posible


Suecia, la OTAN, Libia y las ”izquierdas latinoamericanas”

Suecia, la OTAN, Libia y las ”izquierdas latinoamericanas”

Tres aviones cazas JAS-39 Gripen de fabricación sueca pertenecientes a la Fuerza Aéra Sueca, salieron el sábado 2 de abril con destino a una base de la OTAN en Sicilia. Ayer domingo 3 de abril les siguieron cinco cazas más de igual modelo y hoy lunes dos Hércules C 130 de apoyo (uno para transporte de material y el otro para repostage en vuelo de los cazas). En total el destacamento sueco incluye 130 personas, la mayoría destacados en la base de Sigonella en Sicilia. 

No pasaron por aquí, salieron de la base F17 en Blekinge, casi 400 km al sur de dónde yo vivo, pero igual los oigo volar sobre mi cabeza.
Estos aviones que están saliendo para participar en el bloqueo aéreo sobre Libia son suecos en todos los imaginables sentidos de la palabra:
* Son un producto sueco 100 %, en su desarrollo y su fabricación, y constituyen el único caza en el mercado que puede competir con los Rafale (Ráfaga) de la francesa Dassault y los F-18 de la estadounidense Boeing. Cómo dato a tener en cuenta, todavía está pendiente una desición brasilera sobre la compra de unos 36 cazas que fue postergada varias veces durante la administración de Luiz “Lula” Da Silva y en la cual el tema de la tranferencia de tecnología tiene un papel más impotante que el precio de los avioncitos.
Son 100% suecos porque pertenecen a la Fuerza Aérea Sueca y  porque su participación en las operaciones de la OTAN fue autorizada el viernes 1ro. de abril en una votación especial en el Parlamento por la casi unanimidad de sus integrantes, con la excepción del (por ahora) pequeño partido de los Suecos Demócratas (derecha xenofóbica).
Son 100% suecos en su estilo porque para lograr ese concenso en el parlamento, el gobierno de “derecha” tuvo que conceder que  los aviones suecos sólo colaborían en el patrullaje del espacio aéreo libio, con especial prohibición de atacar blancos en tierra. Como quien dice, si alguna amenaza se presentase desde tierra, “a rajar muchachos que nos vieron” y avisar a los aviones franceses, ingleses o yankees para que hagan el resto del trabajo.

Esta historia, la que entre otras cosas tiene mucho olor a exhibición de tecnología aeronáutica con fines comerciales, no me hace sentir nada bien. Aunque hay que reconocer que esta decisión del parlamento y la salida el año pasado del libro “La alianza oculta - Las relaciones secretas de Suecia con la OTAN”, en el cual se documenta la verdad sobre la famosa política de “no alineación” sueca en décadas pasadas, han dado un nuevo impulso a la discusión sobre la política de defensa en este país. Lástima que quienes en Uruguay hacen referencia a Suecia como un buen ejemplo en temas de defensa no hablen sueco. Por ahora podrán seguir hablando de lo que no saben excusándose en que no manejan el idioma.
Otra “virtud” (si se le puede llamar así) de este involucramiento sueco en la guerra en Libia es que me obliga a tratar de entender lo que realmente está pasando allí de otra manera: tratar de razonar sobre los hechos reales y no sobre supuestos ni consignas más o menos conocidas.
Y qué difícil se hace cuando toda la información está manipulada y deformada y todos los medios, sin excepción, son una arena más de la contienda político-militar! Muy difícil!

Leo artículos y análisis de aquí y de allá tratando de cruzar datos para quedarme con lo que pueda servir, con la esperanza de formarme una opinión seria. Y tengo que confesar que me preocupa muchísimo el ver como la mayoría de la "izquierda" en América Latina sigue sin ubicar lo que pasa en Libia en el contexto regional del Medio Oriente y el Norte de África y, en particular, en el contexto del levantamiento árabe iniciado con el suicidio de Mohamed Bouazizi en Túnez en diciembre de 2010 lo que "marcó el inicio de un proceso bien diferente". Hay quien inclusive lo considera como "la continuación del espíritu de la revolución mundial de 1968" (Immanuel Wallerstein, "La gran maniobra de distracción libia").
Será tan así?
Mis temores sobre la suerte que puede correr la imagen de los principales dirigentes latinoamericanos frente a los pueblos árabes es lamentablemente compartida por otros compañeros, no se si verdaderos revolucionarios, intelectuales de pacotilla o simples militantes como lo fuimos nosotros (e intentamos seguirlo siendo). Como dice un tal John Brown (a cual no tengo es gusto de conocer):
"Y si esta parálisis de la acción internacionalista ya es algo pésimo en sí, puede haber aún algo mucho peor: que la identificación de los dirigentes de la izquierda con tiranos como Gadafi funcione, por la propiedad conmutativa de la igualdad, en el otro sentido. Esta siniestra identificación terminaría también operándose, no sólo en la propaganda imperialista -que no se priva de hacerla- sino también entre unos movimientos populares que, desde el primer momento, en la avenida Bourguiba de Túnez o en la plaza Tahrir del Cairo, tomaron como emblemas de su revuelta a Cuba, al Che y a Hugo Chávez." ("La revolución árabe y el internacionalismo perdido: Crear dos, tres, muchos Tahrir")
Por eso no puedo más que alegrarme cuando encuentro algún artículo que (aparentemente) con buen nivel de información ubica lo que está pasando en Libia en un contexto general y dan explicaciones que suenan más o menos creibles a mis oídos ignorantes:

Lo de Libia"constituye una gran maniobra de distracción -una distracción deliberada- que tiene como objetivo dejar en la penumbra la principal batalla política que se está llevando a cabo en el mundo árabe. Hay algo en lo que tanto Gadafi como los líderes occidentales, independientemente de sus puntos de vista políticos, están totalmente de acuerdo. Todos quieren ralentizar, canalizar, cooptar, limitar la segunda ola revolucionaria árabe y evitar que cambien las realidades políticas fundamentales del mundo árabe y su papel actual en el teatro geopolítico del sistema-mundo." (Immanuel Wallerstein, "La gran maniobra de distracción libia").
O este otro que dice: "Vosotros invadís Bahréin. Nosotros eliminamos a Muamar Gadafi en Libia" (Pepe Escobar, "Revelado el acuerdo entre EE.UU. y Arabia Saudí").
Por suerte parecen no ser pro OTAN y tampoco idiotas sobre lo que puede venir a instalarse en Libia. Y lo más importante, tampoco consideran ni remotamente la posibildad de una defensa de “El Coronel” del estilo "Si Gadafi es un héroe o es un villano, deberá decidirlo el pueblo libio libre de la injerencia imperialista, pero no hay dudas de que ahora lidera una lucha antiimperialista y patriótica, y debe ser apoyado por la izquierda consecuente". (Albert Escusa, "Libia y la transformación de la izquierda occidentalista en izquierda OTANista").

Sobre este último artículo quiero reconocer que es una excelente crítica a muchos sectores de la izquierda influenciada por conceptos no marxistas de dictadura y democracia y lo considero un muy buen aporte, aunque tampoco tengo idea de quien sea su autor. Ahora, como decimos nosotros, "tiene razón, pero marche preso": sus conclusiones son un argumento netamente defensivo y no ubica el problema en una forma que brinde herramientas a los pueblos árabes para profundizar la rebelión ni a la "izquierda" latinoamericana para vincular a aquellos revoltosos con los procesos en curso en nuestra Patria Grande.
Cómo dice la cita de Mao que encabeza el artículos de John Brown: "Grande es el desorden bajo el cielo, la situación es excelente". Aún en cualquier variante más uruguaya que a Uds. se les pueda ocurrir, esta cita sigue siendo muy apropiada para el momento que vivimos. Impecable!
Abrazos,
Gustavo Varela Arregui
Västerås
Suecia


Hambre en el imperio

Pobreza exrtema en el Imperio
Hambre



Aquí millones padecen hambre. No estamos hablando de Haití, ni de países africanos, ni asiáticos, ni de las favelas sudamericanas, sino del extraordinario hecho de que en el país más rico del mundo, con el sector agrario más productivo, millones sufren de lo que se llama inseguridad alimenticia, o lo que en cristiano se traduce como no saber de dónde provendrá la próxima comida.En Estados Unidos se permite –sin que sea escándalo nacional– que los niños no tengan lo suficiente para comer. El programa nacional de televisión de CBS News 60 Minutes mostró recientemente las caras y las historias de familias sin techo, cuyos hijos hablaron de lo que sienten cuando no comen lo suficiente. Más de 16 millones de menores de edad viven en la pobreza –2 millones más que antes de la crisis económica que estalló en 2007– y se registra que es el desplome de la clase media más rápido ocurrido jamás desde que el gobierno empezó a medirlos hace medio siglo, informa CBS News.
¿Qué se siente tener hambre?, les pregunta el corresponsal a niños de una primaria en Florida. “Es difícil. No puedes dormir. Uno sólo espera, se duerme como por cinco minutos y se despierta de nuevo. Le duele el estómago y piensa: ‘no puedo dormir, voy a intentar dormir, voy a intentar dormir’, pero no puede porque le duele el estómago. Y es porque no tiene alimento en él”, responde un niño.
Muchas familias cuentan a CBS que jamás se imaginaron quedarse sin casa o sin suficiente alimento para sus hijos, ya que gozaban de una vida de clase media. Con la crisis, todo se esfumó.
Parte del reportaje de CBS se realizó en la misma zona que se proclama el lugar más feliz del mundo, o sea, los condados alrededor de Disney World, en Orlando, Florida. Ahí CBS detectó unos 67 moteles que alojan a más de 500 niños sin techo. Ahí, cerca en las escuelas del condado de Seminole, mil estudiantes perdieron recientemente han perdido sus viviendas. El gobierno aloja a miles de familias sin techo en moteles por todo el país durante periodos. CBS advierte que la generación del motel en Estados Unidos está creciendo rápidamente.
Un 16.6 por ciento de los estadunidenses –o sea, más de uno de cada seis– sufrieron inseguridad alimenticia en algún momento de 2009, según las cifras más recientes del censo analizadas por Feeding America, la organización más grande del país dedicada a apoyar a los afectados por esta situación, en su informe reciente Map the Meal Gap (http://feedingamerica.org/). De hecho, esta organización informa que hoy día ofrece sus servicios de apoyo a 37 millones de estadunidenses, entre ellos 14 millones de niños, un incremento de 46 por ciento comparado con 2006.
Hasta en la capital del país más poderoso del mundo hay cada vez más hambre. En la zona metropolitana de Washington y condados colindantes más de 400 mil residentes sufrieron periodos de hambre durante la recesión, según el informe reciente de Feeding America y su análisis por elWashington Post. Millones más en cada parte del país, tanto zonas ricas como marginadas, también registraron cifras crecientes de hambre. “La mayoría quedarían sorprendidos al saber las dimensiones del hambre en sus comunidades. La gente tiende a pensar que el hambre se padece ‘allá’ en algún otro lugar pero no aquí mismo, no en mi traspatio. Pero este informe demuestra que no es cierto: el hambre está por todas partes de nuestra nación ahora mismo”, comentó Vicki Escarra, directora de Feeding America, al Washington Post.
“Ha habido momentos en los que no he comido para que mis hijos tengan más que comer. Soy adulta, lo puedo hacer. Puedo beber agua o comerme un pedazo de pan. Pero uno no quiere que sus hijos lleguen a decir ‘mamá, tengo hambre’ una hora después de que han comido”, dijo al Post Anita Emerson, madre soltera de 46 años. Estas historias se repiten a lo largo del país.
¿Y cuál es la respuesta del gobierno? Proponer reducir la asistencia alimentaria a los necesitados, promover más recortes al gasto social y reducir impuestos a los ingresos de los millonarios.

Mark Bittman, crítico de gastronomía del New York Times, anunció el lunes pasado que se sumaba a un ayuno de una semana con unas 4 mil personas por todo el país, cuyo propósito es llamar la atención pública sobre propuestas del Congreso de reducir severamente los programas de asistencia para los pobres y para los que padecen hambre en este país. “Estos recortes supuestamente para reducir el déficit –apenas serían una ranura– causarán en verdad que más personas mueran de hambre, vayan a la cama con hambre o vivan más miserablemente que ahora. Y la propuesta de ley incrementará el gasto en defensa”, explicó. Esto, dijo, ante varias ironías: en 2010, las ganancias empresariales crecieron a la tasa más rápida desde 1950, mientras se estableció un récord en el número de personas que dependen de la asistencia federal para comer. Agregó que los 400 estadunidenses más ricos tienen más riqueza que la mitad de los hogares del país combinados, mientras 45 por ciento de los estadunidenses gastan un tercio de sus ingresos en alimento y aun así no les alcanza, y uno de cada cuatro niños duerme con hambre en este país, por lo menos por periodos.
Bittman afirma: necesitamos juntarnos e insistir en que nuestros recursos colectivos sean utilizados para el bienestar colectivo, no para los mil, ni para el millón de estadunidenses más ricos, sino para la vasta mayoría de nosotros en Estados Unidos y, de hecho, para los ciudadanos del mundo que tienen dificultades para satisfacer sus necesidades. O para alimentar a sus hijos.
Pero, al parecer, el hambre no está entre las prioridades de las cúpulas políticas o económicas de este país. Aparentemente, la inseguridad alimentaria no es asunto que se considere de seguridad nacional.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2011/04/04/index.php?section=opinion&article=027o1mun



Que las imágenes de la guerra hablen por sí mismas

Que las imágenes de la guerra hablen por sí mismas

The Independet


Detesto que me llamen reportero de guerra. En primer lugar, porque la palabra tiene el triste sabor del adicto. En segundo, porque no se puede informar de una guerra sin conocer la política subyacente en ella. ¿Podrían Ed Murrow o Richard Dimbleby haber cubierto la Segunda Guerra Mundial sin entender la política de contemporización de Chamberlain o el anexionismo de Hitler? ¿Podría James Cameron –cuya cobertura de Corea fue espectacular– haber registrado en vivo el lanzamiento de prueba de una bomba atómica sin tener conocimiento de la guerra fría?
Siempre digo que los reporteros deben ser neutrales e imparciales… del lado de los que sufren. Si uno cubriera el tráfico de esclavos en el siglo XVIII, no le daría espacio igual al capitán del barco esclavista. En la liberación de un campo de exterminio, no le daría tiempo igual a las SS. Cuando la jihad islámica palestina voló una pizzería llena de niños israelíes en Jerusalén, en 2001, no le di espacio igual al vocero de la jihad. En la masacre de Sabra y Chatila en Beirut, en 1982, no le di espacio igual al ejército israelí que contempló la matanza y cuyos aliados libaneses cometieron esa atrocidad.
Pero la televisión tiene prioridades diferentes. Al Jazeera en inglés –a diferencia de la versión árabe– logra hacerlo casi como debe ser. Sí, de cuando en cuando aparezco allí y sus reporteros son buenos amigos míos. Pero ese canal sí dice quiénes son los malos, se expresa sin cortapisas y pone en vergüenza a la BBC, por lo general pusilánime. Lo que más me impacta, sin embargo, es la calidad de su información. No las palabras, sino las imágenes.
En Túnez y Bahrein, a menudo compartí un auto con James Bays de Al Jazeera (sí, es amigo mío, y sí, ¡claro que viajaba a sus costillas!). Me fascinaba la forma en que se apartaba de la cámara diciendo los voy a dejar ver la escena un momento y entonces desaparecía y nos dejaba observar a las decenas de miles de refugiados egipcios en la frontera tunecina o las decenas de miles de manifestantes chiítas con sus banderas bahreiníes en la glorieta de la Perla (cuyo monumento fue destruido por el rey como en una quema ritual de libros). Las imágenes hablaban en vez de las palabras. El reportero se sentaba en la fila de atrás (en contraste, observen a los chicos y chicas de la BBC, todo el tiempo haciendo tontos ademanes) y la imagen contaba la historia.

Bays cubre ahora el avance rebelde y la constante retirada de Libia occidental –más retirada, sospecho, que la de los generales Wavell y Klopper en el desierto libio en la década de 1940–, pero una vez más se quita de la imagen y nos deja presenciar el caos de pánico en el camino más allá de Ajdabiya. Los dejaré ver con sus propios ojos, dice. Y vaya que sí. No estoy seguro de que ésa sea la forma en que deba cubrirse una guerra. ¿Se puede informar sobre la caída de Berlín en 1945 sin el general Zhukov? ¿O sobre junio de 1940 sin Churchill? Pero por lo menos nos permite sacar nuestras propias conclusiones.
Cuando Dimbleby informó sobre la tormenta de fuego de Hamburgo –aquella frase, todo lo que puedo ver es una gran cuenca de fuego frente a mí, todavía me persigue–, necesitábamos sus palabras. Como necesitábamos el comentario de Ed Murrow de que iba a mover sólo un poco el cable de su cámara para dejar que los londinenses que estaban fuera de la iglesia de Saint Martin in the Fields, en la plaza Trafalgar, fueran a cubrirse durante los bombardeos alemanes. Pero hay algo indeleblemente conmovedor en el informe directo de una cámara sin reportero. Eurovision hace eso a menudo –lo llama sin palabras– y yo me pregunto si no es presagio de un nuevo periodismo.

John Simpson trató de hacerlo en la BBC antes de la caída de Kabul en 2001, pero usó un método diferente: permitió que los televidentes observaran al segundo equipo de camarógrafos, el cual se volvía parte de la información mientras él avanzaba de una escena a otra, y poco a poco nos acostumbramos a la idea de que era un grupo de cuatro, hasta el punto de que se volvieron participantes naturales en la noticia, tan obvios como el propio reportero.
Soy totalmente partidario de eso. La idea de que todavía tengamos reporteros que siguen asintiendo significativamente con la cabeza mucho tiempo después que el entrevistado se ha ido, como si aún lo escuchara, me parece ridícula. Y volvamos un poco atrás, por favor: que alguien les diga a los reporteros de televisión que dejen de estar manoteando como si fueran un extra en una obra de Shakespeare, tratando de explicarse enfrente del aburrido público.
Bays aún usa un poco las manos –noté que yo lo hice en Al Jazeera el otro día–, pero casi siempre es para invitar al público a observar algo que él ha visto. Una vez escribí que no se puede describir una masacre en un medio impreso sin usar el lenguaje de un parte médico, y me temo que la televisión (incluso Al Jazeera) no ha logrado aún comunicarnos todo el horror de las atrocidades. La aseveración de que no se deben mostrar muertos –cuando nosotros los hemos visto en todo su horror– siempre me ha parecido una simulación. Si los gobiernos van a la guerra (¿cuántos vieron imágenes de los muertos en Libia luego de los ataques de la OTAN esta semana?; respuesta: cero), entonces se nos debe permitir ver el verdadero rostro de la guerra.
Por el momento, sin embargo, vean Al Jazeera, observen a mi buen amigo James Bays y rueguen que ya no tenga que retroceder. Y también que después de este artículo todavía me deje viajar en el auto con sus camarógrafos.

© The Independent
Traducción para La Jornada: Jorge Anaya
http://www.jornada.unam.mx/2011/04/04/index.php?section=opinion&article=026a1mun




Aratirí: minería y contaminación

¿Conoce el proyecto de mina de hierro a cielo abierto?
¿Y el planeado puerto de gran calado en Rocha?
INFÓRMESE

Aratirí
 es el primer proyecto de megaminería de hierro a cielo abierto del Uruguay, que viene acompañado de un mineroducto de 230km hasta un puerto de aguas profundas en la costa oceánica. El proyecto se encuentra en la última etapa de evaluación de factibilidad ypretende concretarse en los próximos meses. Si es autorizada, extraerá 20 millones de toneladas de hierro anuales y consumirá 100 litros de agua dulce por segundo.



LA MINA

La zona de explotación abarca unas 150.000 hectáreas en los departamentos de Florida, Durazno, Treinta y Tres y Cerro Largo, próximo a las ciudades de Valentines y Cerro Chato. La zona se encuentra en el medio de la Pampa Húmeda y equivale a DOS VECES la superficie del departamento de Montevideo.
La minería de hierro a cielo abierto es una de las actividades MAS AGRESIVAS PARA EL MEDIO AMBIENTE, máxime si se hace en lugares poblados y cultivados como sería en Uruguay. Cada vez más países PROHIBEN ESTA ACTIVIDAD, como lo han decidido recientemente Costa Rica y la Unión Europea.
Utilizarán enormes cantidades de explosivos, desaparecerán cerros enteros dejando 10 cráteres de 2 kilómetros de largo por uno de ancho y 300 metros de profundidad. Son miles y miles de hectáreas de tierras dedicadas a la actividad agropecuaria con más de 400 pequeños y medianos productores que llevan varias generaciones viviendo en la zona. 
Esas tierras se perderán para siempre
 ya que se elimina por completo el suelo y sus actuales habitantes deberán emigrar. La actividad en los alrededores será severamente afectada también, por la contaminación de las aguas, los enormes depósitos de rocas y sedimentos que no contienen los minerales buscados (un 70% del total) y el polvo que cubre los campos, además de la contaminación sonora, visual, etc, etc.


EL PUERTO

¿De qué manera se exportaría el hierro? Transportándolo mediante una cañería de 60 cm de diámetro y 230 kilómetros de largo, que atravesará los departamentos de Lavalleja y Rochahasta la playa llamada La Angostura, sobre el Km 288 de la Ruta 9, entre los balnearios de LA ESMERALDA Y PUNTA DEL DIABLO. A esta hermosa playa de 40 km de largo, que comienza en Punta del Diablo y que se extiende hasta VALIZAS y CABO POLONIO, llegará el mineroducto y deberá soportar UN PUERTO DE GRAN CALADO PARA EXPORTAR MATERIAS PRIMAS DE LA REGIÓN Y RECIBIR CARGAMENTOS DE CARBÓN, PETRÓLEO Y GAS LICUADO.
El mineroducto deberá atravesar zonas declaradas PATRIMONIO MUNDIAL DE LA BIÓSFERA como los Humedales del Este y los Palmares de Rocha, verdadero símbolo de identidad del departamento. Esta cañería deberá utilizar para transportar el hierro molido, DECENAS DE MILLONES de metros cúbicos de agua dulce al año. 



El proyecto requiere el equivalente al 10% del consumo energético del Uruguay. Para solucionar esto se planteó en primera instancia la construcción de una central de carbón (obsoletas a nivel internacional), pero también existe la posibilidad de que sea una central atómica o también a gas.

Este emprendimiento traerá al país muchos más perjuicios que beneficios y, además de ser claramente anticonstitucional, atenta contra nuestra marca de identidad ante el mundo, la del URUGUAY NATURAL.


¡CUIDEMOS NUESTRA AGUA Y NUESTRO SUELO!
DEFENDAMOS A LOS PRODUCTORES Y SUS FAMILIAS QUE QUIEREN SEGUIR TRABAJANDO NUESTRA TIERRA.
NO DEJEMOS QUE SE LLEVEN NUESTRAS RIQUEZAS POR UNAS MIGAJAS Y SACRIFICAR NUESTRA TIERRA PARA SIEMPRE
PRESERVEMOS Y DESARROLLEMOS EL POTENCIAL TURÍSTICO DEL DEPARTAMENTO DE ROCHA
SIGAMOS SIENDO URUGUAY NATURAL, ¡¡¡NATURAL DE VERDAD!!!

EN LOS 200 AÑOS DE NUESTRA NACIÓN
“NO VENDERÉ EL RICO PATRIMONIO DE LOS ORIENTALES AL BAJO PRECIO DE LA NECESIDAD” José Artigas.
 
Movimiento POR UN URUGUAY SUSTENTABLE
 
Encontrará mayores informaciones en:
Observatorio Minero del Uruguay (http://www.observatorio-minero-del-uruguay.com/)
El pueblo frente a la minera Aratirí (http://aratiri.wordpress.com/)

El conflicto de dos modelos productivos: la industria extractiva y la soberanía alimentaria (http://wp.me/p15gfw-di)
Uruguay: la empresa detrás del proyecto minero (http://put.tl/3W)


La protección del medio ambiente es de interés general. Las personas deberán abstenerse de cualquier acto que cause depredación, destrucción o contaminación graves al medio ambiente. La Ley reglamentará esta disposición y podrá prever sanciones para los transgesores.
Constitución de la República Oriental del Uruguay. Artículo 47.
POR FAVOR, ¡DIFUNDIR!

Enviado por Ariel Ferré