Jorge Zabalza: Cifras, realidad y versos


CIFRAS, REALIDAD Y VERSOS
 
La previa.

En un programa televisivo de unos años atrás, preguntado por el porqué de lo acertado de sus pronósticos, Luis Eduardo González, doctor en ciencias políticas, luego de explayarse sobre la metodología que empleaba y con una sonrisa cómplice, agregó que al resultado le sumaba o le restaba algún puntito según le aconsejara el olfato. No todo es ciencia en la vida de los cientistas políticos, hay mucho de arte en ellos, son verdaderos artistas. En definitiva, el grado de aproximación a la realidad de las encuestas depende de los anteojos o de la nariz del que interpreta las cifras, es decir, de su carga ideológica.
Es habitual que las encuestas sobre el ingreso de los trabajadores sean relacionadas  con las cifras recogidas en los años anteriores. Estudian por consiguiente la evolución histórica, criterio que permite extraer conclusiones políticas, porque si los ingresos decrecieron algo huele mal en la política económica, y si se incrementaron. por el contrario, abren paso a autoelogios muchas veces desmerecidos. En cambio, para este artículo se optó por comparar los ingresos de los trabajadores con la canasta familiar que elabora la revista “BUSQUEDA” todos los meses; puede parecer absurdo, pero el olfato aconseja al autor que en lugar de estudiar evoluciones históricas, se adopte el criterio de valorar los ingresos monetarios en función de la capacidad de consumo  y de lo que falta a la familia trabajadora para alcanzar el nivel de remuneraciones suficiente para una vida sin aprietos. .

 Ingresos insuficientes.

Durante el 2011 la canasta básica de BUSQUEDA promedió los 44.000 pesos por mes por hogar con cuatro miembros. En consecuencia, para redondear un ingreso que cubra  las necesidades materiales y espirituales en una familia tipo, el marido y la mujer deberían ganar por lo menos unos  22.000 pesos cada uno. Habrá quienes argumenten que 44.000 pesos puede ser poco o que, por el contrario, puede ser mucho, y todas las opiniones son de recibo porque usar la canasta básica como vara de medir el grado de suficiencia del ingreso es un método que no tiene rigor científico. Sin embargo, el olfato de quién escribe este artículo le indica que 44.000 pesos es suficiente para vivir como dios manda. 
El Instituto Cuesta-Duarte acaba de públicar un material sobre el nivel de los salarios en el año 2011. Según sus datos, los ingresos de 1:165.000 uruguayos son menores a los 20.000 pesos y representan el 73% del total de los ocupados (asalariados, cuentapropistas, cooperativistas, patrones y trabajadores en los programas sociales del Estado). Los ingresos de aproximadamente las tres cuartas partes de los que trabajan en el Uruguay, perciben ingresos que no alcanzan a la media canasta familiar y por lo tanto son insuficientes para llevar una vida sin apreturas. Agreguémosle a esos datos que el 85% de las pasividades son menores a 20.000 y entonces se logrará tener un cuadro completo de lo preocupante de la situación de insuficiencia. Un dato más contundente aún: los ingresos de 905.000 trabajadores son menores a 14.000 pesos según el informe del Instituto Cuesta-Duarte, cantidad que representa el 56% del total de los ocupados. Por supuesto, habrá quienes relativicen la valoración de insuficiente para los ingresos menores de 20.000 pesos pero no pueden hacerlo con los menores a catorce mil pesos que el PITCNT califica como ”sumergidos”.

El ejército de pobres. 

El informe del Cuesta-Duarte retoma el concepto de “diezmilpesistas” que se empleó en el informe del año anterior. Ajustado por el índice de precios del consumo (IPC)  10.000 pesos en el 2010 son 10.860 pesos en el  2011. Es decir que hoy por hoy el término equivalente sería “oncemilpesistas”,  categoría que comprende a 744.000 trabajadores, que representan el 63% del millón seiscientos mil uruguayos con ocupación.  Motivo de  alborozo de los redactores del informe es que los oncemilpesistas del 2011 sean 69.000 personas menos que los diezmilpesistas del 2011, sin embargo, también deben preocuparse al conbrar conciencia una vez más la dimensión de la pobreza en Uruguay. Esas casi 750.000 personas tiene tan reducida su capacidad de consumo y de acceso a la educación y la cultura, que viven en la pobreza material y espiritual, son pobres por más ceibalitas que les hayan proporcionado a sus hijos. ¡Compañeros, esta es la medida exacta de la parte del pueblo que está excluído de la bonanza exportadora y del optimismo del equipo económico!
Las cifras del Cuesta-Duarte revelan otros datos que sirven para redondear el cuadro de la pobreza en el Uruguay:
                      a) 230.000 personas perciben menos de 6.000 pesos... ¡un 20% del total de los que trabajan!  Claro, siempre y cuando se continúe considerando  “ocupado” a todo aquél que trabaja una hora por semana, criterio que desvirtúa totalmente la divisón del mundo del trabajo entre ocupados y desocupados. Por más que los organismos internacionales recomienden ese criterio, no deja de ser una aberración que crea una categoría de “ocupados” en la que entran los que limpian vidrios en los semáforos, los que recorren la ciudad con un bolso al hombro en bicicleta o a pié, los que piden en la puerta del supermercado y los que cuidan o lavan coches en los barrios de Montevideo, que responden que sí a los encuestadores, que trabajan una hora a la semana. Y en el medio rural la cosa es peor... hasta los “andantes” pueden decirse ocupados!
                      b) 426.000 personas ocupadas trabajan no están registradas en el BPS. Son el 36% del total según el Cuesta-Duarte. El 80% de ellos tiene ingresos menores de 14.000 pesos. El resultado de la regla de tres simple indica que  343.000 uruguayos “sumergidos” les será muy difícil jubilarse alguna vez.  Aunque las cifras indican que ha aumentado, y mucho, la cantidad de los aportan a la seguridad social, es muy preocupante tantos miles de uruguayos están en negro y sin esperanzas. A ellos no los ha tocado la varita mágica del progresismo. Por mucho esfuerzo mental que hago, me resulta imposible creer el verso de que las políticas progresistas aclararán ese negro horizonte con el paso de los años. ¿Cuántos decenios de gobierno progresista se precisan para que ellos lleguen al nivel “suficiente” de ingresos o sea 22.000 pesos, media canasta básica?
                      c) del millón seiscientos mil ocupados que viven el Uruguay, 1:152.000 son asalariados, o sea que, casi el 73% de los que trabajan lo hacen en régimen de dependencia de un patrón. El salario discrimina a las mujeres: el 40% de ellas ganan menos de 10.000 pesos, mientras que el 35% de asalariados los hombres son diezmilpesistas. Y discrimina a los menores de 25 años: el 82% de los jóvenes cobre salarios menores a 14.000 pesos. La discriminación por género y por edad es inherente a la extracción de plusvalía y, por consiguiente, la pobreza tendrá cara de mujer y de joven mientras exista capitalismo. . 
                     d) Hay un 4% de los encuestados que dicen ganar más de 50.000 pesos, entre ellos está el 1% de los millonarios uruguayos que en muchos casos son “desocupados”, no trabajan ni estudian y viven en Punta del Este. En el otro extremo están los ingresos menores a 6.000 pesos que, como se señaló antes, son el 20% dl total de los trabajadores. El Instituto Cuesta-Duarte estudia como ha evolucionado la distancia entre ambos extremos y concluye que ella ha disminuído en los últimos años, que la desigualdad es menor que antes del gobierno progresista. Sin embargo, el criterio empleado no da cuenta de la desigualdad real que se manifiesta al repartirse el ingreso nacional entre asalariados, patrones y Estado. La cifra de que dispongo,  según números de propio Cuesta-Duarte, indica que entre el 2006 y el 2010 los asalariados perciben menos del 30% de la torta general, que ese porcentaje es bastante menor que lo percibido en 1998 y mucho menor que el 40% que les tocaba a los asalariados en los años ’70. Estos datos permiten pensar que, pese a lo estudiado por el Cuesta-Duarte, la desigualdad no ha disminuído cuando la torta nacional se reparte entre las clases sociales.   
                    d) Un cuadro elaborado muestra que en el 2011 la política salarial puso su centro en mejorar los salarios del 20% que gana menos de 6.000 pesos. Ellos recibieron un aumento del 15%, más del triple del incremento de los salarios mayores a 50.000 pesos. ¡Aplausos!. Todo aplauso tiene su pero, sin embargo, los soldados recibieron un aumento del 100% y a los oficiales de mayor grado se les incrementó el 22% de sus sueldos...No hay punto de comparación y me ahorro los comentarios: la política salarial de este gobierno es miliquera!. No quieren que los soldados y policías integren el ejército de pobres.

Vulnerables

Este año Uruguay deberá pagar más de seis mil millones de dólares por intereses y amortizaciones de la Deuda Externa. El crecimiento del Producto Bruto Interno está sostenido por la burbuja financiera de créditos al consumo y especulación inmobiliaria. Todavía encima los rubros principales de la producción material (soja, carne, arroz, forestación) están en manos de corporaciones transnacionales que pueden emprender vuelo al menor alerta de terremoto.Todo muy poco sólido, la bonanza puede transformarse en desastre en cualquier momento.
Por otra parte, es tan espantosa la debacle del capitalismo mundial que en la barra tecnocráta que rodea a Danilo Astori ya nadie sostiene que Uruguay está blindado, verso que utlizaron durante los úlrimos cuatro años para engatusar giles. Lo ocurrido con PLUNA –una calesita financiera que se hizo trizas- anticipa el futuro del proceso económico del Uruguay.  Es demasiado probable que la burbuja finaciera se desinfle y que los responsables del desastre hagan lo mismo que hicieron con la quiebra de PLUNA: nieguen con desparpajo su responsabilidad y se “enfermen” para no dar la cara frente al parlamento. Son muy “democráticos” mientras el escenario escenario soporta su descaro.
Apenas la crisis ancle en puertos uruguayos, el “capitalismo con políticas sociales de alivio”  cederá su lugar al “capitalismo con políticas de ajuste” a lo Rajoy. Los candidatos a víctimas de los ajustes fiscales que vendrán son los que tienen ingresos menores a 20.000 pesos. Equivale a entender que es muy vulnerable la situación de un millón ciento sesenta y cinco mil uruguayos y, en particular, la de los novecientos mil que viven con menos de 14.000 pesos. Mujica pondrá cara de Zapatero o de Papandreu, dirá más vaguedades y dislates y, para descargar los costos sobre los sectores vulnerables, cederá el paso a administradores con cara de serios, en los cuales puedan confiar más los dueños del sistema. Vulnerables a la crisis que vendrá y vulnerables a la política económica que ya está.
Como en el caso de PLUNA, el gobierno está frente al abismo, ve venir el desbarranque, pero sigue caminado hacia el vacío. Sosteniendo la política económica que privilegia el pago de la Deuda y las inversiones extranjeras y que, en consecuencia, acentúa y profundiza la dependencia ecoónmica del Uruguay.  Marenales y su barra tupamaro-emepepista se refugian en una falacia: “no hay propuestas alternativas a la de Astori”sostienen. Hasta llegan a considerarlo un candidato aceptable para suceder a Mujica. No, de ninguna manera. Es necesario cambiar radicalmente la concepción social de la distribución del ingreso, recordar que Raúl Sendic (padre) postulaba “un aumento sustancial de los salarios como medida para incentivar la demanda en el mercado interno y estimular la producción para abastecerlo”. Otra concepción, nada que ver con lo que hace el progresismo de Mujica-Astori.vázquez.
No es una medida para nad de fondo,  pero una distribución del ingreso como la propuesta por Sendic tiene una índole rupturista, pues para llevarla adelante se debe estar dispuesto a chocar de frente con la clase dominante y con las transnacionales. Marenales y su barra no quieren romper con nadie, no dejan de enviar mensajes de.resignación pasiva, de que  “es posible caminar en el capitalismo”. Tal vez la mayor vulnerabilidad del pueblo trabajador radique en esa complicidad ideológica de quienes, con un gesto revolucionario, inducen a creer que no se puede luchar por el poder y el socialismo en las acutales condiciones.  

Tal vez, para el gusto de muchos, uno se esté pasando de crítico, pero si después de siete años de progresismo, bastante más de la mitad de los ocupados están “sumergidos”, significa reconocer que las políticas sociales del MIDES no ayudan a fortalecer realmente a los sectores vulnerables. Apenas alivian su presente.  Me resulta imposible compartir el optimismo que trasuntan los mensajes públicos del gobierno y de sus dirigentes sindicales. Probablemente sea por tonto, pero uno continúa  percibiendo el medio vaso vacío.

Israelí condenado por tráfico de órganos en EEUU




Israelí condenado por tráfico de órganos en EEUU

Un ciudadano de Israel que reconoció que por motivos de lucro se había dedicado a traficar con riñones para trasplantes en EEUU fue condenado este miércoles pasado a dos años y medio de prisión.
El hombre, de 61 años, que estaba domiciliado en Brooklyn, ha reconocido haber comerciado con órganos entre donantes y receptores en tres oportunidades- De acuerdo con el fiscal, el cobraba entre 120.000 y 150.000 dólares para ayudar a tres habitantes de New Jersey a encontrar riñones para trasplante entre los años 2006 y 2009.TT-Reuters
 
Israel y el robo de órganos

El 17 de agosto pasado Aftonbladet, el diario sueco de mayor circulación, publicó un artículo firmado por el periodista Donald Boström en el que refiere sospechas de tráfico de órganos ubicado en Israel. En este artículo, el periodista relata acerca de familiares de jóvenes palestinos a quienes les fueron entregados los cuerpos de éstos con aberturas quirúrgicas desde el vientre hasta el mentón. Los familiares de los jóvenes muertos acusan a las fuerzas armadas de Israel de haber sustraído órganos de los mismos. El periodista relaciona las acusaciones pendientes sobre Israel de manejo descuidado de órganos humanos con una investigación sobre tráfico de órganos en Nueva York en que aparecía involucrado un israelita con conexiones en Israel. Este artículo despertó inmediatas y enérgicas reacciones en Israel, cuyo vice ministro de relaciones exteriores, Danny Ayalon, exige que el gobierno sueco condene dicho artículo de prensa. A pesar de que la embajadora de Suecia en Israel apoya esta exigencia, el gobierno sueco se distancia del mismo.

Luego, el propio ministro de relaciones exteriores de Israel, Avigdor Lieberman, exige en términos airados que el gobierno sueco condene este artículo, a lo que el ministro de relaciones exteriores de Suecia se niega apelando a la libertad de prensa que rige en dicho país nórdico.
La discusión escala aún más cuando el primer ministro de Suecia Reinfeldt afirma que la constitución del país le prohíbe al gobierno condenar artículos de prensa, mientras que el primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu y otros ministros exigen una condena del gobierno sueco.
Posteriormente el periódico es absuelto de cargos de falta de respeto por la minoría judía.
Muy recientemente, para ser más exactos el 18 de diciembre, la profesora norteamericana Nancy Sheppard-Hughes da a conocer grabaciones con un jefe de médicos israelí, quien relata como en el instituto de medicina forense de Israel en que él trabajaba, se extraían órganos de cuerpos, entre ellos de palestinos, sin permiso de los correspondientes familiares. Las bandas de sonido son publicadas en la TV 2 de Israel, mientras que militares israelíes le confirman a este canal que se han extraído órganos sin permiso.
La agencia de noticias americana AP publicó la noticia de que médicos del instituto de medicina forense de Israel Abu Kabir han extraído córneas, válvulas cardíacas, piel y trozos de hueso sin permiso en relación con autopsias realizadas durante los años 80 y 90.
La noticia fue publicada por varios medios de comunicación de masas internacionales. Su origen es un reportaje por TV que se envió en el canal israelí TV 2 este viernes 18 de diciembre con la profesora Nancy Sheppard-Hughes de la universidad de Berkeley de California. La profesora es médica antropóloga y una autoridad internacional en materia de tráfico ilegal de órganos.
Nancy Sheppard-Hughes dió a conocer al canal de TV israelí grabaciones de entrevistas realizadas por ella en 1998 a Yehuda Hiss, médico del instituto forense Abu Kabir.

Las familias no fueron consultadas
En las grabaciones, Hiss relató que comenzaron a juntar córneas, que todo era bastante informal, y que las familias no fueron consultadas y continuó relatando que pegaban los párpados para ocultar el despojo y que no extraían córneas de familias que pensaban que podrían tratar de abrir los ojos del cuerpo.
El canal informó que los médicos también extraían piel, válvulas cardíacas y trozos de hueso y que los cuerpos eran de palestinos, pero también de soldados israelíes, civiles y trabajadores extranjeros.
El instituto no vendía los órganos, sino que proveía hospitales y fuerzas armadas durante unos doce o trece años, según Hiss.
La profesora californiana guardó estas grabaciones durante más de diez años, y las dió a conocer a causa de la difusión de la controversia causada por el artículo inicial de Aftonblader en que se expresaba la acusación de familias palestinas de que se le habían extraído órganos a sus hijos muertos, puesto que habían recibido los cuerpos con costuras desde el vientre hasta el mentón.

Ver
  Israel Harvested Organs in '90s Without Permission(artículo en enlace exterior de la agencia AP)

Ricardo Ferré
Prof. De la Universidad de Lund, Suecia


Los niños cautivos de los militares


Los niños cautivos de los militares





ENTREVISTA DEL HORROR Y LA TERNURA

PESADILLA: LOS MILITARES LES ARRANCARON SUS PRIMEROS AÑOS DE VIDA; HOY PELEAN POR RECUPERAR EL PASADO

Guidaí Oleaurre, Jorge Giordano, Daniel Tarocco, contaron sus experiencias como niños presos de la dictadura cívico-militar uruguaya. Un período oscuro y desgarrador de nuestra historia en el que hasta niños fueron rehenes y víctimas del gobierno de facto.

 Tarocco, Oleaurre y Giordano. Les aplicaron el mismo régimen que a un preso político.

Niños de pocos meses de vida, incluso bebés nacidos en cautiverio, con número de presos, similares al de sus madres, recluidos en recintos donde no ingresaba la luz, con apenas recreos diarios en patios reducidos donde si contravenían las órdenes eran sancionados. Incluso los más grandecitos (de no más de 4 años) comían "rancho", y si necesitaban recibir asistencia médica iban a parar a la sala 8 del Hospital Militar, el mismo lugar donde iban los presos políticos.
"Fuimos niños presos políticos; nuestras madres no podían hablar entre ellas y nosotros no podíamos jugar con los demás", comentó Jorge Giordano, "si pasábamos la línea divisoria, nos sancionaban, quedábamos sin recreo".
En una charla realizada en Mercedes en el marco de una jornada de homenaje a Alfredo Bosco, mercedario detenido desaparecido en 1978, Guidaí, Jorge y Daniel contaron sus historias.

Un relato conmovedor y prácticamente desconocido: los niños nacidos en cautiverio, o que con apenas meses de vida, acompañaron a sus madres en los calabozos de la dictadura cívico-militar."Nosotros nos llamamos al colectivo «Niños en Cautiverio Político», porque pasamos nuestros primeros años de vida en cautiverio con nuestras madres y varios de nosotros estuvimos juntos", comentó Jorge Giordano. "Hay mucho espacio para seguir generando memoria. Este pueblo se merece sacarse la tapa que quisieron imponernos con nuestro pasado", agregando "¿qué podemos hacer? ¿Quejarnos del pasado? No, debemos construir el futuro". Recordando que "las primeras reuniones eran como una catarsis.
 
Una de nuestras compañeras, Laura, contaba un sueño que tenía poco antes que el padre saliera de la cárcel, tendría 14 años en 1984, 85. Soñaba que militares entraban a su casa, desordenaban y rompían todo. En mi sueño, cuando era chico, no eran militares, sino monstruos que entraban a mi cuarto y desordenaban todo. Después buscando las historias de cautiverio con nuestras madres, encontramos que era cierto, que cuando estuvimos junto a ellas, había requisas nocturnas, y así como las madres debían ir al suelo cuando decían "cuerpo a tierra", los niños también. Revolvían, tiraban la comida, los juguetes; ese sueño que tuve mucho tiempo". Más adelante Giordano agregó: "Gabriel, un compañero que tiene dos años más que nosotros recuerda que no teníamos recreos, nos hacían desfilar".

Muchas de estas historias comenzaron a aparecer después de intercambiar pedazos de recuerdos compartidos, comentaron los tres, ya que por esa época los mayores apenas si tenían 4 años de vida. También del testimonio de sus abuelas y demás familiares que se encargaron de mantener presentes el recuerdo y la presencia de sus padres. Sumado a las traumáticas experiencias vividas años después cuando ya estaban en libertad pero iban quincenalmente a los cuarteles a visitar a sus padres, y donde los militares los sometían a nuevas presiones, y vejámenes en los controles de ingresos."Nuestras madres defendieron que tuviéramos la posibilidad de tener madre, además si nos sacaban del lado de ellas no era seguro que fuéramos a dar a los familiares", agregó Giordano. "A más de una le ofrecieron plata, o le decían que íbamos a estar mejor si nos daban a los militares. Mi madre, cuando la detienen, tenía 20 años, hoy yo tengo 38 años. Para mí era una niña, hizo lo que pudo. Con mi vieja tuvimos muchos conflictos. A través de esto, y de empezar terapia, revisar para atrás, me di cuenta que mi madre no me había abandonado como yo pensé durante muchos años.

Hoy puedo estar con ella, mirarla, abrazarla". Más adelante agregó "cuando llegamos al IMES (Instituto Militar de Estudios Superiores) nos llevan a 30 madres con hijos. Nos dividen en dos salones, tapiados, no teníamos luz, nos daban una hora de recreo, una de mañana y otra de tarde. Teníamos el mismo régimen que un preso político. En cuanto a la alimentación, nuestras madres comían el famoso rancho que era la comida del cuartel, y lo que nos llegaba extra era llevado por los familiares. Esos dos grupos de los dos salones, entre las madres no podían hablarse, pero tampoco podíamos jugar entre los niños, teníamos el recreo a la misma hora y en el mismo patio. Los milicos habían dividido con colores diferentes las baldosas, y el que cruzaba esa línea era sancionado, perdía el recreo. Nuestras madres estaban pendientes que no cruzáramos la línea".Tiempo después lograron recuperar sus historias clínicas del Hospital Militar, una de ellas decía "el niño hace tres meses que no toma sol" lo que pautaba en las condiciones en que estaban recluidos estos bebés uruguayos."Mirtha, una de nuestras compañeras agrega Giordano-, tenía problemas de bronco espasmo.

Una noche estaba atacada. Las madres con toallas trataron de generar ambiente en el baño para que reaccionara y no lo hacía". Algunas madres amenazaron con hacer un motín ante la negativa de los militares de trasladarla para que recibiera asistencia médica, hasta que consiguieron el objetivo. Pero previamente la camioneta pasó por la casa de un militar de rango que había terminado su turno, y recién después llevaron a la pequeña hasta el Hospital Militar. Por todo eso "los militares dijeron, "se amotinaron, plantón". Todas las madres de plantón toda la noche y nos dejaron solos, cuidados por alguna policía femenina. Una de las madres recuerda que fue el primer motín de bebés. Empezamos a llorar a todos y tuvieron que desarmar el plantón".

Guidaí Olearre acota "contar nuestras historias era un disparador para que la gente se encontrara con su propia historia. Nos pasó que contábamos nuestras anécdotas y cada uno recuperaba su pedacito de historia. La campaña de silencio, de no hablar del tema, de no contar lo que sucedió, nos afectó. Empezamos a salir de eso y me siento contenta con el reencuentro porque nos ayuda a construir memoria, a tener presente, como sociedad, lo ocurrido".

En tanto Daniel Tarocco nació en cautiverio. "Mucha gente no sabe que hubo niños presos políticos. Esa es la verdad. Yo nací cuando mi madre estaba presa. Estuvo en el Hospital Militar y después nos llevaron al IMES". Daniel nació en 1975. "nos enviaron al Aeropuerto, y tenía un número de preso para mi madre y otro para mí, era un preso más". Recordando que muchas veces su madre fue presionada por los militares: "tu hijo no va a estar bien contigo, yo le puedo dar un buen futuro, una buena educación, dejá que me lo lleve"; hasta que un día mi madre dijo, "quiero entregarlo a mi madre".Después de estar casi un año con ella en la Base Aérea N° 1 me llevan con mis abuelos, y es trasladada al Penal de Punta de Rieles".

CIEN NIÑOS PRESOS

Entre 80 y 100 fueron los niños que padecieron el cautiverio en las cárceles uruguayas entre 1972 y 1974. Daniel Tarocco es hijo de Waldemar Tarocco que estuvo preso en el Penal de Libertad hasta 1985, y de Nibya López que estuvo presa en el Penal de Punta de Rieles hasta 1985. Daniel nació en 1975, en cautiverio, en el Hospital Militar.Guidaí Oleaurre, es hija de Máximo Oleaurre, y de Ana Kristof que estuvo presa durante 9 meses en el Cuartel de Blandengues, cuando su hija tenía apenas dos meses y medio de vida. Jorge Giordano, es oriundo de Durazno. Es hijo de Carmelo Giordano, y María de los Angeles Aldaya. Carmelo Giordano estuvo preso entre 1972 y 1977. Angeles Aldaya estuvo presa entre 1973 y 1977. "Pasamos primero por el Cuartel de Durazno" recuerda Jorge. "Ahí estuvimos en el Pozo de Durazno que se ve en la película "El Círculo". Después nos trasladan al 4° de Caballería, donde estuvimos hasta más o menos marzo de 1973. En ese Cuartel pasamos ese pre golpe de Estado, del 9 de febrero, que fue un momento muy jodido, y después vamos a dar al IMES hasta fines del '74".

DIARIO LA REPUBLICA 10 OCTUBRE 2010

Dolor y lucha olimareña


DOLOR Y LUCHA OLIMAREÑA


olor y 
 A partir del golpe de Estado, el 27 de junio de 1973, el gobierno cívico militar ejerció la violencia sistemática y generalizada que habría de durar hasta mediados de los años 80. A pesar de que, la  represión fue aplicada desde la década de los 60 contras quienes enfrentaban los desbordes autoritarios del gobierno, donde detenían, torturaban y asesinaban a luchadores sociales bajo las Medidas Prontas de Seguridad.

En dictadura, militares, policías y algunos civiles, ejercieron el poder sin límites como parte de una metodología de exterminio de opositores políticos. Se utilizó la fuerza de las armas y se anularon los derechos de los ciudadanos, incluso el más básico: el derecho a la vida. Los crímenes entonces cometidos representaron una tragedia que afectó al conjunto de la sociedad.

Se instaló el terrorismo de Estado, tan evidente e inhumano, que también condenó a miles de menores de edad que debieron vivir lo peor. Si bien no constituyen un grupo totalmente homogéneo, todos fueron víctimas de vulneraciones a los Derechos del Niño y en consecuencia a los Derechos Humanos. Les tocó vivir instancias que no eligieron y que los colocaron frente a hechos y situaciones difíciles y peligrosas. Se les generó daño y sufrimiento por acción, omisión o actuación ilegítima del Estado.

Represión en Treinta y Tres

En abril de 1975, cuando todavía Juan María Bordaberry encabezaba el gobierno de facto, en el marco de los festejos del “Año de la Orientalidad” en el Departamento de Treinta y Tres, llegó una terrible represión contra militantes y simpatizantes de organizaciones de izquierda que adquirió características singulares por ser masiva y extensa. De esa forma se apuntaba a desarticular el foco de oposición a la dictadura existente en dicho departamento. Era el comienzo de la llamada “Operación Morgan”, un operativo represivo a gran escala para hacer desaparecer del país al Partido Comunista y sus aliados.

A partir del 12 de abril, y en pocos días, se realizó un gran operativo militar, coordinado y simultáneo, a cargo del Teniente Juan Luis Álvarez. Hicieron varios allanamientos y montaron “ratoneras” con el objetivo de detener a integrantes de la Unión de Juventud Comunista (UJC) y del Movimiento Juvenil Patriótico (MJP), otro movimiento político de izquierda. Fueron detenidas aproximadamente 60 personas, de las cuales 25 de ellas tenían entre 13 y 17 años de edad y 7 entre 18 y 21 años. Todos tenían una vida socialmente activa y acorde a sus edades. El resto eran mayores de 21 años entre los que se encontraban familiares y amigos de los mismos.

En busca del “hombre nuevo”, hacían asambleas, repartían volantes y pintaban muros por una sociedad libre, justa y digna. Comprometidos con la realidad olimareña y resistiendo a la dictadura en un pueblo chico, donde todos se conocían y donde era muy difícil ser revolucionario. Un caso más, entre tantos, que representa las vivencias del horror y del dolor extremo, donde la impunidad resulta ser un factor común. 

Fueron llevados a la “Cárcel del Este” en el Batallón de Infantería Nº 10 de ese departamento. El jefe del Batallón era el Mayor Juan Cruz y los oficiales a cargo; el Mayor José Luis Lete y el Capitán Héctor Rombis, que después fue el juez sumariante cuando los pasaron a la justicia militar. ElCapitán Juan Luis Alves era el responsable de la tortura; a su cargo estaban los Tenientes J. Garmendia, G. Grau, J. Silvera y Juan Antonio Cuadrado, y el Alférez D. Feola, Wellington Sarli, Mohasir Leites y Justo Medina.

A las 48 horas dejaron en libertad a los niños de 13 y 14 años de edad. Los jóvenes entre 15 y 21 años pasaron un mes dentro del cuartel sin que un juez de menores ni sus padres supieran nada de sus vidas. Un tiempo después los mayores de 18 fueron procesados por la justicia militar; estarían en prisión de 2 a 6 años. Los hombres fueron primero al RC8 de Melo y luego al Penal de Libertad, mientras que las mujeres permanecieron en el Batallón Nº 10 donde ya existía una cárcel de mujeres presas políticas.

No tuvieron ningún trato especial, por el contrario, durante ese periplo, conocieron y vivieron lo peor. Todos fueron sometidos a diversos y terribles métodos de tortura. Un vaivén incesante entre la vida y la muerte para lograr la victoria absoluta sobre las resistencias físicas, psicológicas y morales de aquellos jóvenes Una macabra pluralidad de procedimientos de martirio, sin límites, para mantener los  prisioneros en una completa incertidumbre respecto al tiempo y espacio, buscando despedazarlos y lograr su total sometimiento.

“La máquina” duró toda la estadía, pero el 17 de abril son trasladados a la cuadra que fue compartida por hombres y mujeres, mayores y menores de edad. Allí pudieron dormir, bañarse y comer. Cuando pensaron que lo peor había pasado, llegó el Comandante de la División  de Artillería Nº IV, con asiento en Minas, Gregorio Álvarez. El 19 de Abril había desfile militar por el festivo de la fecha, así que en la tarde y noche del día 18, los volvieron a torturar salvajemente, pero no para interrogarlos, sino “en honor al Goyo” y para complacer al Teniente Pedro Buzzó, un sanguinario profesional de la tortura y símbolo del terror. “La máquina” consistía en: Capucha permanente, plantones, colgadas, palizas, perros entrenados, submarino, picana, teléfono (golpes en los oídos), caballete, manos atadas con alambres que cortaban la piel, hambre, sed, prohibición de ir al baño, etc. También estaba incluida la tortura psicológica y moral.

Las víctimas cuentan que en una oportunidad un compañero tenía la necesidad de un dentista, al día siguiente, todos fueron llevados al odontólogo, Dr. Silvera,  y se los sometió en forma arbitraria a la extracción de una pieza dental cualquiera, sin anestesia.

Un día llevaron a las mujeres encapuchadas a la enfermería. Allí estaban con guantes puestos, losmédicos militares José Cúneo y Hugo Díaz Agrelo, iban pasando de a una y les hacían tacto vaginal. Fueron acusadas de ser portadoras de enfermedades venéreas por prostituirse y vivir en la promiscuidad. La persecución “moral” comprendió, entre otras cosas, que al día siguiente les inyectaran penicilina por personal de enfermería en el patio del cuartel, a la vista de la tropa, que luego difundió lo que presenció fuera del cuartel.

Una perversa mentira

 El 30 de abril el Comando General del Ejército libró un comunicado que fue publicado por la prensa. “El País”, diario oficial de la dictadura, se hacía eco de esta campaña titulando: “Marxismo: Única meta de la destrucción moral. Descubren campamento: Prostituían a más de 60 jóvenes”. En el mismo decía que“El marxismo era ilegal desde 1973 y que la organización pretendía nuclear a personas menores de edad y prepararlas políticamente para cumplir tareas que el marxismo internacional determinara”. El comunicado agrega: “Se pudo detectar que en la ciudad de Treinta y Tres, se estaba incrementando las actividades clandestinas, por lo que se efectuó la detención de las 60 personas citadas”. El objetivo de tal canallada era justificar, ante la opinión pública de la ciudad conmocionada por esa situación, las detenciones y las torturas a menores de edad, tratando de convencer que el marxismo “atentaba contra la moral y las buenas costumbres de la sociedad”.

En realidad, unos 20 jóvenes, estudiantes y militantes de la UJC, habían acampado en el mes de enero en Rocha, Balneario “La Esmeralda”. Se trataba de una convención informativa, actividad militante clandestina, y hacerlo en un lugar tan alejado y agreste, les permitiría mayor seguridad.

Traslados

 Sus padres perdieron la patria potestad que quedó en poder de la justicia militar hasta que cumplieron 21 años de edad. Estuvieron en el Batallón Nº 10 hasta mediados de mayo. Allí mismo el juez militar sumariante, Teniente Héctor Rombis, les tomó declaración y el juez militar  Coronel Libio Campslos procesó tipificándoles “Asociación ilícita para delinquir, Delito de Lesa Nación (Art. 60 del Código Penal Militar) y Atentado a la Constitución en grado de Conspiración” A pesar de que los que atentaban contra la Constitución eran los mismos militares que ejercían el poder dictatorial. 

Una madrugada los despertaron y los cargaron en un camión, encapuchados, con las manos atadas con alambre y custodiados por ocho soldados armados. El operativo de traslado estuvo bajo la dirección del militar Germendia. Fueron llevados en forma secreta a Montevideo, sin dar aviso a sus padres. Al llegar a la capital son encerrados sin explicación alguna en el “Consejo del Niño”. Ocho mujeres en el Hogar Femenino Nº 2 y cinco varones en el Centro de Observación Nº 1 Dr. Álvarez Cortés. El juez militar Coronel Libio Camps controlaba semanalmente, montando todo un operativo, que las medidas tomadas se cumplieran. Una vez dentro de estos centros, pasaron a la revisación médica donde se le hicieron exámenes y donde se comprobó que no eran portadores de enfermedades venéreas, y que además las adolescentes eran vírgenes.

Estos “reformatorios” se usaron especialmente para encarcelar militantes políticos, sindicales y estudiantes menores de edad. Eran lugares de detención organizados y conducidos por personal del Estado, en los cuales imperaron durísimas condiciones de reclusión y se produjeron violaciones a los derechos humanos y a los derechos del niño. Los jóvenes recluidos necesitaron desplegar múltiples formas de solidaridad y compañerismo para crear un espacio de resistencia, imprescindible para el mantenimiento de su integridad física y emocional.

Siete meses después fueron puestos en libertad y entregados a sus padres en el mismo Juzgado Militar, con la amenaza de que si volvían a caer, serían torturadas sus familias también. Como eso no era suficiente, les prohibieron  asistir a las dependencias de enseñanza, públicas o privadas. Aún estando en libertad fue muy difícil incorporarse nuevamente a la sociedad. Estaban clasificados como categoría “C” y ya nada era igual. No obtendrían la “Fe Democrática” que se pedía para acceder a un empleo, fueron expulsados de los centros sociales y debían presentarse a firmar la libertad vigilada. Padecimientos que se extendieron a lo largo de sus vidas. Algunos partieron al exilio y otros salieron de su ciudad natal hacia otro departamento. La mayoría sobrevivió con la ayuda de sus familiares.

 Causas penales

 El Frente Amplio puso a disposición un estudio de abogados para que patrocinaran la causa. En octubre del 2011, y al otro día que el Parlamento aprobara la Ley 18.831 por la cual se eliminaron los obstáculos que impedían la acción de la justicia, el Dr. Di Giaccomo, junto a los denunciantes, presentaron la denuncia penal en el Juzgado Departamental de Treinta y Tres de 1º Turno. Dicha causa está a cargo de la Sra. Jueza Dra. Patricia Rodríguez y de la Sra. Fiscal Dra. Sandra Fleitas. A abril del 2012 ya declararon los denunciantes y se comenzará con los indagados. Dicha denuncia es contra los responsables de los hechos ocurridos y que son considerados, entre otros, delitos de lesa humanidad.

Los delitos de lesa humanidad son delitos  cometidos por agentes del Estado amparados por el poder contra la población civil, identificadas por sus ideas políticas entre otras. Las normativas internacionales sobre Imprescriptibilidad, marcan que  “Los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad donde sean y cualquiera sea la fecha en que se hayan cometido, serán objeto de investigación, y los individuos contra los que existan pruebas de culpabilidad en la comisión de tales crímenes, serán buscados, detenidos, enjuiciados y en caso de ser declarados culpables, castigados.” Todas las víctimas tienen el derecho de saber la verdad, de buscar justicia y de tener una reparación, y un aspecto reparatorio de este punto, es poder salir del lugar pasivo del sufrimiento y pasar al lugar activo y dignificante del denunciante.

No solo es reparatorio que los responsables sean castigados, es primordial que como sociedad, aprendamos de este pasado tan doloroso para que nunca más se repitan estos aberrantes hechos. Si no podemos demostrar que la impunidad no tiene más cabida en la realidad nacional, Uruguay se estará haciendo un suicidio político y social imperdonable. Porque dejar que prevalezca la impunidad, no condenando los crímenes del terrorismo de Estado, es continuar enviando mensajes a la sociedad de que dichas conductas son aceptadas. Es decirles a los verdugos que no serán enjuiciados, confirmando su teoría de “los dos demonios” y su convicción de que la acción terrorista en el marco del Estado, es impune. Esto significaría su perpetuación y la aceptación social, y generaría un sentimiento de desconfianza de los ciudadanos al sistema judicial.

A todos ellos, que venciendo el dolor hoy denuncian, les decimos que nos solidarizamos con su lucha, convencidos de que ésta debe continuar, generando además, espacios necesarios para la memoria, que está más viva que nunca, y exigiendo Verdad y Justicia, porque solo así fortaleceremos la democracia.

Por: Marys Yic – 14 de Abril 2012

En el año 2011 cuando presentaron la denuncia.
Los jóvenes de Treinta y Tres en el año 1975