LA ENCRUCIJADA DEL PRESENTE

LA ENCRUCIJADA DEL PRESENTE

Por Constanza Moreira 24/12/13
La difícil deriva de PLUNA, luego de las reestructuraciones que llevaron a una empresa estatal a convertirse en privada con participación minoritaria del Estado, terminó en un caso judicial. La oposición -en particular el Partido Nacional, que presentó la denuncia- fue responsable de esta metamorfosis. Nosotros -el gobierno, el Frente Amplio, los Ministros- quedamos, de algún modo, a merced de esta operación política.
Lo primero es lo primero: la justicia está actuando, nosotros debemos respaldar a nuestros compañeros, reconocer los errores cometidos, e impedir que la “judicialización” del caso PLUNA se transforme en un buscado vía crucis para el Frente Amplio y nuestros gobiernos, en particular, y para la democracia y la política, en general.
En tal sentido, le hicimos llegar en su momento a la compañera Mónica Xavier nuestro apoyo, solidaridad, y disposición para con la difícil tarea que enfrenta la fuerza política hoy.
Demás está decir que como representante del gobierno en el Senado, antes que como candidata, me competen todas las responsabilidades de la votación del fideicomiso primero y del cierre de PLUNA en consecuencia. Cuando se está en política, la responsabilización colectiva por las decisiones es la regla de oro, y lo es también en este caso.
También quiero decir que el cierre de nuestra línea aérea, y la incapacidad de haber encontrado una alternativa propia en tiempo y forma, me llenan de pesar y parecen confirmar, una vez más, las dificultades para realizar privatizaciones “virtuosas”, donde interés público y privado se potencien mutuamente.
Puede o no haber sido inevitable el cierre, dados los resultados finales de la gestión de LEADGATE sumado a las interpretaciones respectos de dictámenes judiciales que en Brasil involucraban a las empresas asociadas con VARIG; en todo caso fue una decisión muy difícil, produjo innumerables pérdidas, y desató consecuencias y acciones de las cuales el famoso “aval” es solo un hecho más
Todos los casos judiciales terminan, finalmente, asumiendo la forma: ¿es culpable ó inocente?
Por esa vía, transforman un hecho político -donde las responsabilidades son públicas, compartidas y colectivas- en un hecho donde las responsabilidades terminan siendo individuales.
Cuando el Partido Nacional lleva el caso a los tribunales, renuncia a un modo de hacer política, y empieza otro.
No creo que eso le haga nada bien a la democracia, pero la judicialización hace tiempo empezó
El caso PLUNA es solo un ejemplo.
En primer lugar, se declaró inconstitucional el fideicomiso.
Al hacerlo, el poco patrimonio “público” que retuvimos, se evapora. Las razones de la inconstitucionalidad, merecen ser estudiadas detenidamente: se habla muchísimo sobre el “interés general”, que es la razón “excepcional” sobre la cual se puede ir contra el interés privado (los derechos de los acreedores, en este caso). La primera consecuencia de este proceso obtura la posibilidad de una salida al caso PLUNA.
En segundo lugar, se inició un proceso judicial para buscar “responsables”.
Pero los que buscan responsables son los mismos que tomaron las primeras decisiones que condujeron a esta situación (la privatización de PLUNA a manos de VARIG y un gerenciamiento lleno de irregularidades y problemas que se arrastró por años).
¿Quién es culpable? ¿VARIG? ¿Los partidos Nacional y Colorado que en su momento lo llevaron a cabo?
La resultante de las dos etapas de la judicialización del caso PLUNA culminó con la renuncia del Ministro Fernando Lorenzo, quien decidió someterse a la justicia como un “ciudadano común”, lo cual es encomiable.
Sin embargo, la oposición no podrá vanagloriarse de haber “volteado un ministro”, porque era el ministro con mayor prestigio. Y lo era, entre otras cosas, porque muchos electores blancos y colorados lo consideraban así.

El Frente Amplio y el gobierno atraviesan un fin de año difícil. Pero saldremos adelante. Otras, en cambio, serán las consecuencias de todo este periplo para la aerolínea cooperativa que trata de despegar y aguarda los resultados de todas estas acciones.
O para los aviones que restaban, que aún vemos en el aeropuerto, y cuya suerte parece hoy más incierta que nunca.
Nada para festejar. No para la democracia, la navegación aérea en Uruguay, o la suerte de nuestra conectividad futura.
¿Alguien ganó de todo esto? Es bueno darnos un tiempo de reflexión sobre esto. No se trata de no querer el imprescindible control del Poder Judicial, en el marco de las leyes, sobre los gobernantes, o de no acatar las decisiones resultantes de los procesos judiciales.
Pero es necesario decir que llevar la política a los tribunales puede volverse una estrategia que no es buena para la democracia. Y significa, en buena medida, renunciar a la política

Tomado de La Posta Porteña, Número 1088 | diciembre 29 de 2013 | Año VIII

(Los subrayados y negritas no son del original sino de PIRINCHO)

"El modelo minero a gran escala además de causar miseria atenta contra la democracia y los derechos humanos en América Latina"

"El modelo minero a gran escala además de causar miseria atenta contra la democracia y los derechos humanos en América Latina"




Cronicon.net
El Observatorio Latinoamericano
Adital - 20.12.11

Por Fernando Arellano Ortiz

Entrevista con la socióloga argentina Maristella Svampa

En América Latina se viene ejecutando una segunda fase del criminal modelo neoliberal que tantos perjuicios económicos, sociales y políticos generó a la región durante el último cuarto de siglo, mediante la puesta en marcha de lo que el presidente conservador colombiano Juan Manuel Santos ha dado en llamar la "locomotora minera” para significar unas supuestas "ventajas y oportunidades económicas”.

Este modelo conocido como extractivismo (explotación de los recursos naturales) tiene en la minería de cielo abierto, "la actividad más perversa en la medida en que muestra lo peor: desposesión y despojo descarnado, altos índices de contaminación del medio ambiente, aprovechamiento al máximo de los territorios objeto de explotación no dejando ganancias económicas para los países, y amenaza a la democracia y a los derechos humanos”, explica en forma categórica la socióloga e investigadora argentina Marsitella Svampa, principal referente hoy en día en Latinoamérica en este tema.

Svampa ha recorrido buen parte de la geografía latinoamericana para estudiar in situ la realidad socioeconómica de las comunidades afectadas por la explotación minera, lo que le ha permitido analizar en profundidad las múltiples consecuencias que esta actividad extractivista viene causando en la descomposición del tejido social y con ella la irrupción de conflictos sociales y políticos que, como bien señala, amenazan la estabilidad democrática y el respeto por los derechos humanos en la región.

En sus múltiples investigaciones, libros, ensayos y artículos periodísticos, esta científica social ha sido contundente en sus conclusiones al señalar que el modelo minero a cielo abierto que han adoptado varios gobiernos latinoamericanos ya sean de derecha, centroizquierda o izquierda, "no solo genera más conflicto social, sino que contribuye a la reprimerización de las economías latinoamericanas”. Lo grave, añade, es que "estamos consolidando enclaves de exportación que, lejos de generar desarrollo endógeno, producen más pobreza y desigualdad”.

Mayor ganancia del capital y nula generación de empleo

Uno de los argumentos centrales que suelen esgrimir los defensores de esta actividad es asociar minería con creación de puestos de trabajo, señala Svampa, frente a lo cual, agrega, "suele ocultarse que los proyectos mineros a gran escala generan una demanda intensiva de trabajo en las fases iniciales que crea la ilusión de trabajo permanente. En realidad, la minería de gran escala se caracteriza por ser una de las actividades económicas más capital-intensivas. Por cada 1 millón de dólares invertido, se crean apenas entre 0,5 y 2 empleos directos. Cuanto más capital-intensiva es una actividad, menos empleo genera, y menor es la participación del salario de los trabajadores en el valor agregado total que ellos produjeron con su labor: la mayor parte es ganancia del capital”.

Para ilustrar esta situación trae a colación los casos de Perú, Chile y Argentina, cuyas cifras demuestran el casi nulo aporte en generación de empleo.

"En Perú, -explica- la minería es la actividad que menos contribuye a la generación de empleo: ocupa apenas el 1,5 de la Población Económica Activa (PEA), contra un 32,7% de la agricultura y un 26% de los servicios. Para el caso de Chile, las estadísticas muestran de forma contundente el fuerte incremento de los volúmenes de explotación y extracción, y de los valores de exportación, producidos a la par de una paralela caída en la cantidad absoluta y relativa del empleo minero. En Argentina, pese a las promesas de los megaemprendimientos mineros, la minería representa menos del 0,7% del total de los asalariados registrados”.


 América Latina - explotación minera


Del consenso de Washington al consenso de los commodities

Para analizar con detenimiento las consecuencias del modelo extractivista y uno de sus principales componentes, la explotación de la minería metalífera, el Observatorio Sociopolítico LatinoamericanoWWW.CRONICON.NET, dialogó en Buenos Aires con esta destacada científica social, licenciada en Filosofía por la Universidad de Córdoba y doctora en Sociología por la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París.

Maristella Svampa alterna su actividad de investigación social y docente universitaria con la literatura. Ha publicado dos novelas: Las reinas perdidas y Dónde están enterrados nuestros muertos. Actualmente se desempeña como catedrática de la Universidad de la Plata e investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) de Argentina. Conferencista internacional, es autora de varios libros en los que analiza diversas realidades sociales, políticas y económicas en el ámbito latinoamericano; en 2006 obtuvo una beca otorgada por la John Simon Guggenheim Memorial Foundation, así como el Premio Konex al mérito en Sociología; y en 2001 fue distinguida con la Cátedra Simón Bolívar de la Université Nouvelle Sorbonne de París.

- ¿El modelo extractivista en América Latina en el que sobresale la explotación de minas de oro a cielo abierto tan funesta desde el punto de vista medioambiental, corresponde como lo han señalado algunos investigadores sociales a una segunda fase del esquema neoliberalismo, en el que paradójicamente están comprometidos algunos gobiernos que se denominan progresistas?

- En 2006 cuando comencé a escribir sobre estos temas yo planteaba que, efectivamente, esta es la segunda fase del modelo neoliberal. La primera estaba consagrada sobre todo a la privatización de los servicios públicos y de los recursos naturales, y la segunda apunta a la ola de desposesión. Creo que este análisis no es del todo representativo porque ello implicaría ver solo un costado del problema. En los últimos tiempos he estado repensando el tema y creo que el panorama es mucho más complejo hoy en día del que teníamos hace diez años; además han emergido gobiernos de izquierda o de centro izquierda, por lo que ahora empleo una nueva categorización y es hablar del paso del Consenso de Washington al Consenso de los commodities que me parece que da cuenta mucho mejor del cambio de escenario económico que implica que las economías latinoamericanas que siempre han sido adaptativas al capitalismo dan un giro importante a un nuevo marco de la nueva división del trabajo territorial y global por el cual América Latina aparece exportando naturaleza una vez más. En algunos casos acompañan la consolidación de una matriz neoliberal como pueden ser los casos de Colombia, México, o Perú, si es que Humala no cambia en algo el marco, y en otros casos viene acompañado de reformas, de procesos de centroizquierda y de izquierda que aparecen en escenarios específicos como Bolivia, Argentina, más allá de la diferencia que hay, caracterizados por lo nacional-popular.

- ¿Se puede señalar que la privatización de los recursos naturales a través del modelo extractivista es parte de la consolidación del modelo neoliberal?

- Cuando se habla de la mercantilización de los bienes de la naturaleza no hay que olvidar que eso se hizo en la década de los 90 y lo que ha habido es consolidación de ese modelo. En esa década lo que se hace es desarrollar el marco jurídico a partir del cual se posibilita la comercialización de recursos naturales, y sobre todo, se hace el ajuste sectorial en relación con la minería a cielo abierto.

- En el desarrollo de este proceso usted habla de desposesión, ¿por qué?

- En líneas generales el capitalismo hoy en día, como dice David Harvey, acentúa más lo que es la acumulación por desposesión que la acumulación por reproducción ampliada, retomando la concepción de Rosa Luxemburgo y otros teóricos, en eso coincidimos todos. Pero lo que hay que leer es con qué está coexistiendo esa dinámica de desposesión y hay que dar cuenta de los distintos escenarios nacionales. Si hablamos solo de lógica o dinámica de desposesión estamos perdiendo de vista otros procesos políticos y simbólicos que son importantes en América Latina. Digo esto tratando de subrayar esos procesos. En Argentina, por ejemplo, veo que hay una exacerbación de la lógica nacional-popular nuevamente en clave peronista que coexiste de manera perversa con la dinámica de desposesión.

- ¿En qué sentido?

- En el sentido de que coexisten varios modelos de desarrollo: hay un modelo industrial relativamente reactivado que es defendido como el gran avance por parte del gobierno; hay un modelo de agronegocios; otro de acaparamiento de tierras que habla de la mercantilización de los recursos naturales y de los megaemprendimientos turísticos; y también está el de la minería a cielo abierto. Esas tres cuestiones modales están lejos de ser un costado débil del gobierno argentino, es en realidad parte del principio mismo del modelo de dominación, por eso hay que analizar esa coexistencia dañina.




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Un modelo de mal desarrollo

- Hablemos del caso concreto de la minería…

- En el caso de la minería uno se encuentra con una suerte de figura extrema porque la misma es un modelo que sintetiza devastación institucional dado que tiene un marco jurídico que favorece ampliamente a las grandes empresas transnacionales; es un modelo de expoliación económica porque no deja ganancias en el país, lo que crea son economías de enclave como espacios socioproductivos absolutamente dependientes sin crear desarrollo endógeno, y además estimula y genera depredación ambiental. Entre todas las actividades ligadas al extractivismo la minería de cielo abierto es la más perversa en la medida en que muestra lo peor.

- Pero además, usted ha señalado que la minería de cielo abierto atenta contra los derechos humanos. ¿Por qué?

- Ese es un tema muy importante porque a la hora de debatir si se hace minería a cielo abierto, se tratan de involucrar por lo general en los distintos países argumentos económicos ligados a la rentabilidad del sector o argumentos sociales en el sentido de las ventajas que se obtienen de la explotación de los recursos naturales; se afirma que se pueden desarrollar políticas sociales compensatorias y suele dejarse de lado todo lo que tiene que ver con la efectiva violación de derechos humanos. El extractivismo abre un nuevo capítulo en la violación de los derechos humanos porque hablando de los contrastes y de las grandes paradojas en América Latina, hoy en día lo que observamos es que este modelo de desposesión viene acompañado de una expansión de la frontera de los derechos: los derechos ambientales, los derechos territoriales de los pueblos indígenas, los derechos fundamentales en general que aparecen en la letra de nuestras constituciones y raras veces son cumplidos. Cuando hablamos de extractivismo aludimos a "desarrollo” entre comillas a gran escala, lo que supone decir una gran envergadura y por ende el impacto sobre la población va a ser mayor con lo cual esto coloca mucho más en el centro la necesidad de que sean discutidos de manera participativa y democrática por aquellos que están necesariamente involucrados como comunidad afectada. Es decir, que la cuestión de la democracia es central para evitar el impacto que tienen estos modelos. Entonces, uno de los elementos fundamentales a la hora de analizar el extractivismo consiste en subrayar el déficit de democracia en el cual nos instala porque no se consulta a las poblaciones y estos modelos avanzan sin el consenso de las mismas, por lo general se escamotean las consultas previas que deben hacerse a los poblaciones indígenas o las consultas públicas que deben hacerse a las poblaciones urbanas o rurales. Ahí radica uno de los grandes peligros que en nombre de las ventajas comparativas dado el alto precio de los commodities, en nombre de políticas sociales compensatorias que se pueden llevar a cabo con la rentabilidad que produce la explotación, se está violando el derecho de las poblaciones a decir no a un tipo de emprendimiento o supuesto modelo de desarrollo que afecta no solo el estilo de vida, su presente, sino el futuro de las generaciones. En el caso del modelo minero es un modelo de mal desarrollo no solamente porque contamina y no deja ganancias económicas sino porque amenaza la democracia, al menos la democracia bien entendida que implica sostener una política de participación, de discusión y debate de los modelos o supuestos modelos de desarrollo para la adopción de decisiones.

- Usted también ha analizado pormenorizadamente el grado de conflictividad social que generan los proyectos de minería a cielo abierto. ¿Cuál es la situación de América Latina en ese sentido?

- En la actualidad no hay país latinoamericano con proyectos de minería a gran escala que no tenga conflictos sociales suscitados por las empresas mineras o los gobiernos con las comunidades. Se pueden observar los casos de México, varios países centroamericanos como Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica y Panamá; en Suramérica, Ecuador, Perú, Colombia, Brasil, Argentina y Chile. Según el Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina (OCMAL) existen actualmente 120 conflictos activos que involucran a más de 150 comunidades afectadas a lo largo de toda la región. En Perú, donde más acelerada y descontroladamente se ha dado la expansión minera, los conflictos por esta actividad concentran el 70% y éstos a su vez, representan el 50% del total de conflictos sociales en ese país.

- El impulso del modelo extractivista en América Latina responde, ha dicho usted, no solo a una decisión económica o ambiental, sino política…

- Efectivamente, porque de lo que se trata es saber si queremos debatir lo que entendemos por desarrollo sostenible; si apostamos a que esa discusión sea informada, participativa y democrática, o bien, aceptamos la imposición de nuestros gobernantes locales y las grandes corporaciones en nombre de "las nuevas oportunidades económicas”, el nuevo consenso de los commodities, y de un falso desarrollo. Infortunadamente, no hay plan estratégico en los países de América Latina para enfrentar la explotación de recursos naturales.

Giro ecoterritorial, alternativa de lucha

- ¿Tras este completo análisis y desolador panorama, cuál cree que es la alternativa política para contrarrestar el modelo extractivista en América Latina?

- El punto de partida para pensar en alternativas a este modelo radica en el giro eco-territorial de las luchas que atraviesa la región y plantean una redefinición de las reglas de juego, cuestionando el modelo de desarrollo y las lógicas de acumulación. Por giro eco-territorial hay que entender la potenciación de un lenguaje de valoración acerca de la territorialidad, que expresa la convergencia entre visión ambientalista y revalorización de la matriz comunitaria; no se halla restringido al ámbito rural, exclusivamente referido a las resistencias campesinas e indígenas; también se expande al ámbito urbano, sobre todo en pequeñas y medianas localidades, ampliando el registro étnico y de clases y, por ende, el tipo de actores involucrados. Desde el punto de vista económico se debe exigir altos impuestos a las actividades extractivistas, así como a las sobreganancias de las transnacionales por la explotación del sector energético.

La dictadura del hambre mata a 10.000 niños al día

[Capitalismo es barbarie] La dictadura del hambre mata a 10.000 niños al día

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por Kaos. Derechos Humanos
Martes, 16 de Octubre de 2012 11:35


Alrededor de 870 millones de personas pasan hambre en el mundo. El nivel de pobreza llega hasta el punto que un 12,5 % de la población planetaria sufre malnutrición severa, según el último informe de la FAO que recoge datos desde 2010 a 2012. 2.267.000 niños vive en la pobreza en el Estado Español.
Este 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación, pero este año, como los anteriores, no hay nada que celebrar. Cada día siguen muriendo miles de personas en todo el mundo por la falta de alimentos y, pese a que actualmente se producen alimentos como para que nadie tenga carencia, hoy hay 870 millones de hambrientos en el mundo.
El hambre y la muerte de tantos niños a diario tienen una fácil y barata solución, el Tratamiento Terapéutico Listo para su Uso (RUTF), que cuesta 40 euros. Por eso, para la ONG lo que sería una auténtica revolución sería ampliar masivamente su llegada hasta poder alcanzar a los 55 millones de niños que viven con desnutrición aguda en el mundo.

Una de cada ocho personas en el mundo pasa hambre

Alrededor de 870 millones de personas pasan hambre en el mundo. O lo que es lo mismo, el nivel de pobreza llega hasta el punto que un 12,5 % de la población planetaria sufre malnutrición severa, según el último informe de la FAO que recoge datos desde 2010 a 2012. Mientras, con el pretexto de la crisis económica que azota a los países occidentales, muchos gobiernos, incluido el español, han recortado drásticamente las ayudas para cooperación al desarrollo a los países más pobres.
Un 12,5 % de la población planetaria sufre malnutrición severa
Estas cifras van acompañadas de un dato aún más preocupante: en los últimos cinco años se ha producido una desaceleración dramática en el número de personas que consiguen salir del hambre. Así, la organización dependiente de Naciones Unidas indica que aunque en las últimas dos décadas ha habido avances en este aspecto éstos se pararon desde el comienzo de la crisis económica y, con ella, el alza de los precios de los alimentos.

Uno de cada cuatro niños españoles bajo el umbral de la pobreza

Que haya niños que pasen hambre no es algo que ocurra exclusivamente en el Tercer Mundo, esta dramática realidad afecta también a España. Y es que un total de 2.267.000 niños vive en este país por debajo del umbral de la pobreza, 80.000 más que hace un año, debido al impacto de la crisis económica, según las estimaciones de UNICEF, a partir de los datos actualizados de Eurostat relativos a 2011, y recogidas por Europa Press. Esta cifra representa al 27,2 % de la población infantil española.
UNICEF advierte además de que hay 760.000 hogares españoles donde ningún adulto trabaja, 46.000 más que en el año anterior. Además, hay un 14,4 % de niños que viven en hogares con un índice de pobreza alta frente al 13,7 % de 2010. Para la ONG esta cifra resulta "especialmente relevante" en un momento en el que se acaba de iniciar la tramitación parlamentaria de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2013.
Fuente: Agencias

Las semillas y el dominio del mundo por el hambre

Las semillas y el dominio del mundo por el hambre
 
Columna semanal por Vicky Peláez
Vicky Peláez
Vicky Peláez
© Photo Vicky Peláez
18:26 24/05/2013
Controla el petróleo y controlarás naciones; controla los alimentos y controlarás pueblos (Henry Kissinger)
En cada ciclo histórico la potencia dominante  de turno siempre trata de establecer el control casi absoluto de una región de interés geoeconómico buscando diferentes instrumentos para dirigir todos los aspectos de la sobrevivencia  humana.
 En esta era globalizada se trata ya no del dominio de una región seleccionada por la única superpotencia existente sino del planeta entero. El uso de la maquinaria bélica y de los recursos energéticos no ha sido suficiente para el control completo de la voluntad de los pueblos. Se necesita algo más y este “algo más” resulta ser la comida diaria en el planteamiento de uno de los más siniestros globalizadores, David Rockefeller.
Durante la guerra en Vietnam el otro político maquiavélico, Henry Kissinger incorporó la idea de Rockefeller en la agenda diplomática de Washington. La comida se convirtió en un arma frecuentemente más poderosa que las armas de destrucción masiva. También jugó un papel muy importante para llevar a cabo el golpe militar contra el gobierno legítimo de Salvador Allende en Chile en 1973.
 Al comienzo de los años 1980 los globalizadores iluminados llegaron a la conclusión que el control de la alimentación habría que comenzarlo desde las semillas, reduciendo las variedades regionales y nacionales tradicionales para crear simultáneamente una o varias variantes de semillas   para cada cultivo universal pero controladas por un reducido número de las transnacionales.
Así, se inició la época de los Organismos Genéticamente Modificados (GMO) basada en la manipulación genética, y crearon finalmente lo que  el estudioso y escritor norteamericano, F. William Engdahl llamó en su libro “Seeds of Destruction: Hidden Agenda of Genetic Manipulation”, “semillas de la destrucción”. México, Brasil, Colombia y Argentina fueron seleccionados como países con grandes recursos para iniciar los primeros pasos en la implementación de la agenda del “dominio usando alimentos”. La llegada de Carlos Menem al poder en Argentina con su agenda neoliberal y su ambición de ser aceptado en el club de los ricos y poderosos del planeta llevó a David Rockefeller a la conclusión de iniciar los primeros experimentos con semillas genéticamente modificadas en Argentina.
Las corporaciones Monsanto, Cargill Inc., DuPont decidieron transformar la agricultura argentina haciendo énfasis en la soja, para esto inventaron el pretexto de que el sistema de monocultura agrícola y dijeron que aportaría grandes dividendos al país por la exportación de soja, lo que facilitaría el pago de la deuda externa de Argentina que estaba ya en el límite impagable. Así según William Engdahl, “desde 1991 antes que la Modificación Genética (GM) fuera aceptada en los Estados Unidos, Argentina se convirtió en un laboratorio secreto para el desarrollo de los cultivos genéticamente modificados y su población fue utilizada sin su conocimiento como “conejillos de Indias”.
 Para facilitar los experimentos con semillas GM de maíz, trigo, algodón, girasol y soja,  el gobierno de Menem entregó 569 grandes extensiones de tierra cultivable a las transnacionales. La Comisión Nacional Asesora sobre Biotecnología Agropecuaria (Conabia) que fue formada para el control sobre los experimentos se reunía secretamente y sus conclusiones jamás fueron divulgadas. Y no podía ser de otra forma porque sus miembros eran empleados de Monsanto, DuPont, Syngenta, Dow AgroSciences y otros gigantes del GMO. Como los resultados eran muy prometedores, las grandes corporaciones internacionales, como Seaboard Co., Cargill y Quantum Fund de George Soros  dieron inicio a la compra apresurada de grandes extensiones de tierra cultivable en Argentina y posteriormente en el Brasil, Paraguay, Colombia, México, Guatemala  y Uruguay.
En una década la agricultura, Argentina fue transformada radicalmente. Si en 1970 la soja se sembraba en 9,500 hectáreas ahora su superficie de siembra supera 18 millones de hectáreas produciendo más de 35 millones de toneladas de soja al año. Actualmente Argentina es el primer productor en el mundo de aceite y harina de soja y el tercero de granos. A la vez el país dejó de ser tanto en el mercado externo como interno proveedor de alimentos de naturaleza diversificada. Prácticamente el 100 por ciento de la soja producida en el país es GM RR resistente al herbicida glifosato y ocupa el 50 por ciento de la tierra cultivable.
El impacto del uso de 200 millones de litros de glisofato anualmente, de las fumigaciones, el desmonte, el desplazamiento de campesinos, la falta de alimentos, las nuevas enfermedades, las inundaciones y las sequías son el precio que paga el pueblo por la “sojización” de la agricultura. En su libro “Las semillas de la Destrucción”, William Engdahl lanza una advertencia al gobierno de Argentina: “a este paso la tierra cultivable en el país va a ser destruida en unos 50 años”. ¿Pero a quién le interesa en este mundo globalizado e individualizado lo que pasará en el futuro?
Mientras tanto las ganancias de las transnacionales GMO están creciendo desmesuradamente junto con el control sobre la producción de semillas en el mundo. Ya poseen tecnología “Terminator” que permite modificación genética de las plantas para producir semillas estériles usando un inductor químico llamado “Traitor” para “activar” o “desactivar” algunos rasgos genéticos del cultivo y para controlar la esterilidad de las semillas. En Guatemala, Brasil, Argentina y México el maíz GN RR contaminó el maíz original orgánico y lo mismo está sucediendo con el algodón, la alfalfa, el trigo, girasol y otros cultivos. Se estima que actualmente los cultivos GM ocupan el 25 por ciento de la tierra productiva en el mundo.
El poder de la Monsanto y otras transnacionales de GMO llegó hasta Washington convenciendo al departamento de Estado de ser promotor de la agenda global de la industria de biotecnología. De acuerdo a la ONG “Food & Water Watch”, el departamento de Estado ha hecho cabildeo en gobiernos extranjeros para adaptar políticas y leyes amigables hacia la biotecnología. Según cables de WikiLeaks, el gobierno norteamericano trató de influir sobre el tema de la biotecnología a 113 países del total de 193 miembros de las Naciones Unidas entre 2004 y 2009. Lo que trata de hacer Washington es incentivar el consumo de esos alimentos en todo el mundo con el argumento falso de combatir el hambre y crear condiciones para el desarrollo. 
Otro de los países que se ha convertido en el paraíso para la industria transgénica es México. Allí la Monsanto, Syngenta, Dow AgroScience, Bayer y PHI México no solamente están implantando el uso de las semillas GM, sino las mismas transnacionales ya tomaron bajo su control la producción y comercialización de los alimentos, lo que significa la pérdida de la soberanía alimentaria en el país. Precisamente lo que en los años 1980 planificó el gobierno de Ronald Reagan elaborando el plan del dominio del mundo a través de los alimentos: “los países que son amigos recibirán los alimentos y se les denegará a los que se rebelan”.
En el mismo Estados Unidos ya entró en vigencia una clausula legal que permite a Monsanto, Syngenta, DuPont –Pioneer, Dow, Bayer y Basf estar por arriba del sistema judicial, ignorando las órdenes de jueces de suspensión de siembra de cultivos transgénicos inclusive por evidencias científicas que señalan daños a la salud de la población. Actualmente Estados Unidos es el primer productor de la soja en el mundo con 63 millones de toneladas métricas al año y el 90 por ciento de este cultivo es producido con las semillas GM RR. La misma tendencia se observa con el maíz y alfalfa haciendo peligrar las plantas orgánicas y las granjas familiares con la siembra de Monsanto GE alfalfa. Sin embargo, según la conclusión del departamento de Agricultura, a los consumidores no les interesa si los alimentos orgánicos o la leche que consumen tengan o no tengan  componentes genéticos.
Así de simple funciona el sistema moderno globalizado del dominio del mundo a través del uso de las “semillas de destrucción”. Los “iluminados” tienen su agenda, científicos a su disposición y los medios de comunicación para convertir una mentira en la verdad con el propósito de confundir la opinión pública. Ni les interesa la reciente declaración del Foro Mundial sobre la Soberanía Alimentaria de la Organización de las Naciones Unidas sobre la Agricultura (FAO) que indicó que “la monopolización por unas cuantas empresas transnacionales de la tecnología de creación, de organismos genéticamente modificados (GMO) representa una grave amenaza a la soberanía alimentaria de los pueblos”.  
El fin justifica los medios. Monsanto, DuPont Pioneer, Dow, Syngenta, Bayer, Basf son simplemente un brazo del poder global para minar la soberanía de  los  193 países del mundo aprovechando la ignorancia e individualismo de sus pueblos y la docilidad de sus gobiernos que creen que son del uno por ciento y para el uno por ciento.     
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

Democracia en la fábrica: La madre de todas las batallas

Democracia en la fábrica: La madre de todas las batallas (el ejemplo argentino)

Moyano vs Gobierno
"Desde el golpe militar de 1955, la represión estuvo dirigida en ese sentido, pero a pesar de su brutalidad, al asumir el gobierno de Frondizi en 1958, el objetivo no se había cumplido.
El Subsecretario de Trabajo de Frondizi, declaró que encontró “anarquía, abusos y extralimitaciones de todo orden en los obreros. Los empresarios habían perdido el comando de las fábricas, todo lo disponían las comisiones internas; mandaban los que tenían que obedecer (…) los empresarios deben retomar el control de las fábricas”.
Pero a pesar de la merma de su poder dentro de la fábrica y de la persecución de la que fueran objeto, las comisiones internas fueron gestoras y protagonistas imprescindibles de los planes de lucha de los años 63 y 64, que incluyó la toma concertada de 800 establecimientos a la vez. El 21 de mayo del 64, y hasta el 24 de junio de se tomaron 11.000 establecimientos, operativo en el que participaron 4 millones de trabajadores.
Según informes de los servicios de inteligencia, “la ocupación simultánea de los establecimientos sólo podía ser llevada a cabo por las bases y sus representes inmediatos”.
Ello se reflejó también en las insurrecciones populares de fines de la década del ’60, como el Cordobazo y los dos Rosariazos, entre muchos otros. Es también un período de ruptura de las bases con las cúpulas sindicales, e implica que en 1974 se alcance uno de los momentos históricos de mayor participación de la clase trabajadora en el producto bruto, es decir, de salarios altos.
La movilización social de aquellos años, encabezada principalmente por el movimiento obrero, determinó que el Capital asumiera que no era posible recuperar el poder dentro de las fábricas –como presupuesto para aumentar su tasa de ganancia-, mientras de mantuvieran esos niveles de participación y conciencia de clase.
Por eso se planificó y llevó a cabo el golpe militar de 1976. Esta es la etapa donde se modifica de raíz el sistema productivo argentino, coincidentemente con la preeminencia que toma a nivel mundial el capital financiero.
Con el objetivo de implantar un plan económico que le dé más rentabilidad a las grandes empresas, la dictadura militar tiene claro que tiene que destruir el poder de los trabajadores y sus representantes."
Martes 24 de diciembre de 2013, por Matías Cremonte *
La relación de trabajo es una relación de poder, en la que uno manda y otro obedece. En rigor, a lo largo de la historia de la humanidad, el “poder” es lo que atraviesa el vínculo por el cual el trabajo del hombre es apropiado por otro hombre.


* Abogado laboralista. Director del Departamento Jurídico de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE-CTA)
Desde la esclavitud hasta el “trabajo libre” del sistema capitalista, pasando por los regímenes estatutarios de la Edad Media, para que unos trabajen en beneficio de otros, fue necesaria la imposición, sea mediante la fuerza física, o a través de las leyes.
La democracia política, inspirada en los principios de libertad, igualdad y fraternidad, se negó a ingresar a los lugares de trabajo. Dentro del taller o la oficina siguió rigiendo la monarquía. La libertad de contratar, que supone la voluntad de las partes para comprometerse en algo, no existe en el contrato de trabajo. Un jurista francés lo explica claramente: “mientras en el contrato civil la voluntad se compromete, en la relación de trabajo la misma se somete”.
Karl Korsch, eminente laboralista alemán, en 1922 lo explicó más crudamente: “La libertad e igualdad de derecho de los contratantes se muestra como el simple disfraz ideológico de la violencia brutal y descarnada que posee la relación de dominio en la que, bajo la vigencia ilimitada del principio del ´contrato de libre trabajo´, cae inevitablemente el trabajador, apenas ha cruzado la puerta de la fábrica”.
Pero justamente las condiciones de explotación que supuso la instauración del sistema del trabajo libre en el capitalismo fueron las que llevaron a los trabajadores a organizarse, a formar sindicatos.
En primer término, y haciendo un vuelo bastante superficial del tema, esto dio lugar al nacimiento de un nuevo derecho, el Derecho del Trabajo.
Esta rama jurídica especialísima, sin cuestionar esencialmente el sistema capitalista, surge para limitar el poder del patrón. Por ejemplo, al imponer salarios mínimos, impone un límite por debajo del cual no se puede explotar al trabajador, o al fijar la jornada de ocho horas diarias, que implica un límite máximo de tiempo durante el cual se puede apropiar la fuerza de trabajo.
Pero en segundo término, la irrupción del movimiento obrero puso en cuestión el poder de mando dentro de la fábrica, y esto fue así, en gran medida, a través de la figura del delegado de los trabajadores.
En Argentina, si bien hay antecedentes de la existencia de delegados de personal hacia los años ’20, fue sobre todo en los años ’30 y ’40 que esta figura se generalizó, alcanzando tanto poder en los años ’50, que llevó a las patronales a elevar su queja ante el presidente Perón: “es inaceptable que un delegado toque su silbato y paralice toda una fábrica.
Desde entonces, las luchas entre capital y trabajo tienen su sentido más esencial en la disputa de ese poder. Un análisis histórico permite afirmar que los períodos de mayor participación de los trabajadores en el producto bruto coinciden, no por casualidad, con los períodos de mayor fortaleza de los cuerpos de delegados y viceversa.
Son años en los que además, el nivel de vida de los trabajadores era realmente digno, los salarios permitían una vida cómoda, se accedía a una vivienda, los hijos de los trabajadores iban a la universidad. Aún a sabiendas del simplismo de la afirmación, no es erróneo decir que esa masa salarial era ganancia que los empresarios dejaban de acumular, en períodos donde la tasa de rentabilidad empezaba a decaer.
No es casual entonces que el principal objetivo de las patronales fuera desarticular la figura del delegado de los trabajadores.
Desde el golpe militar de 1955, la represión estuvo dirigida en ese sentido, pero a pesar de su brutalidad, al asumir el gobierno de Frondizi en 1958, el objetivo no se había cumplido.
El Subsecretario de Trabajo de Frondizi, declaró que encontró “anarquía, abusos y extralimitaciones de todo orden en los obreros. Los empresarios habían perdido el comando de las fábricas, todo lo disponían las comisiones internas; mandaban los que tenían que obedecer (…) los empresarios deben retomar el control de las fábricas”.
Pero a pesar de la merma de su poder dentro de la fábrica y de la persecución de la que fueran objeto, las comisiones internas fueron gestoras y protagonistas imprescindibles de los planes de lucha de los años 63 y 64, que incluyó la toma concertada de 800 establecimientos a la vez. El 21 de mayo del 64, y hasta el 24 de junio de se tomaron 11.000 establecimientos, operativo en el que participaron 4 millones de trabajadores.
Según informes de los servicios de inteligencia, “la ocupación simultánea de los establecimientos sólo podía ser llevada a cabo por las bases y sus representes inmediatos”.
Ello se reflejó también en las insurrecciones populares de fines de la década del ’60, como el Cordobazo y los dos Rosariazos, entre muchos otros. Es también un período de ruptura de las bases con las cúpulas sindicales, e implica que en 1974 se alcance uno de los momentos históricos de mayor participación de la clase trabajadora en el producto bruto, es decir, de salarios altos.
La movilización social de aquellos años, encabezada principalmente por el movimiento obrero, determinó que el Capital asumiera que no era posible recuperar el poder dentro de las fábricas –como presupuesto para aumentar su tasa de ganancia-, mientras de mantuvieran esos niveles de participación y conciencia de clase.
Por eso se planificó y llevó a cabo el golpe militar de 1976. Esta es la etapa donde se modifica de raíz el sistema productivo argentino, coincidentemente con la preeminencia que toma a nivel mundial el capital financiero.
Con el objetivo de implantar un plan económico que le dé más rentabilidad a las grandes empresas, la dictadura militar tiene claro que tiene que destruir el poder de los trabajadores y sus representantes.
Es sabido que la primera norma que se modifica es la Ley de Contrato de Trabajo, pero inmediatamente se prohíben las huelgas y asambleas, se intervienen los sindicatos, se eliminan los fueros sindicales, etc.
Los miembros de comisiones internas, delegados y activistas sindicales fueron los blancos más buscados por las fuerzas represivas, con la complicidad de muchas patronales: muchos delegados fueron secuestrados en la puerta de las fábricas, y hasta en algunos establecimientos y plantas industriales se montaron centros clandestinos de detención.
Así, no sólo se descabezaba las bases y se tomaban represalias por el accionar anterior de los delegados, sino que se aleccionaba a los trabajadores en general para evitar su participación sindical.
En 1982 la participación de los trabajadores en el producto bruto era ya del 22 %, es decir, en menos de 8 años se redujo a menos de la mitad (de 48 en el 74 a 22 en el 82). Lo cual coincide, en línea con lo que venimos desarrollando acerca de la implicancia de la representación en la empresa con la distribución de la riqueza, con la prácticamente eliminación de las comisiones internas.
Luego, como consecuencia de esa derrota y la debilidad que significó, vino el broche de oro en esta tareas, llevada a cabo por los gobiernos siguientes, ya democráticos, que fue la denominada “reconversión productiva”, que implicó tercerizaciones, privatizaciones, polivalencia funcional y precariedad laboral.
La dictadura militar primero, y el neoliberalismo después, tal vez en su mayor “triunfo”, lograron hacer desaparecer de la conciencia de los trabajadores el valor de su fuerza de trabajo –y por ende, de luchar por salarios dignos- y de la importancia de organizarse dentro de las fábricas.
Por supuesto, hubo grandes luchas obreras y resistencia de parte de los trabajadores y algunas expresiones sindicales, pero no fue suficiente para detener esa debacle.
Primero a través de la dictadura militar y luego mediante el neoliberalismo, la destrucción del poder de los delegados en los lugares de trabajo determinó la vuelta al poder absoluto del patrón, tal como describíamos al comienzo del presente artículo.
Es por ello que, la deuda de la democracia, empieza por ahí. Sin poder dentro de la fábrica, es muy difícil revertir la tercerización, la precarización laboral, los salarios bajos, etc.
Pero es por eso mismo también, que las experiencias mediante las cuales se ha logrado revertir ese resultado, comenzó con la organización de los trabajadores dentro de la fábrica.
Pongamos como ejemplo la actualidad de los trabajadores aceiteros, que tuvo en Rosario su punto de partida, pero hoy ya se generalizó a todo el país, en virtud de que un conjunto de obreros combativos y concientes hoy conducen la Federación de Trabajadores Aceiteros.
Eligiendo delegados en cada fábrica, haciendo asambleas, y peleando por sus salarios, llegaron a ponerse al hombro una tarea esencial de la etapa: colaborar en la recuperación de la conciencia del valor de la fuerza de trabajo de los trabajadores, perdida en el derrotero histórico que comentamos más arriba.
Los aceiteros lograron, a través de la organización y la huelga, conseguir que sus salarios sean realmente los que marca el art. 14 bis de la Constitución Nacional y el art. 116 de la Ley de Contrato de Trabajo: “la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia, en su jornada legal de trabajo, de modo que le asegure alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión”. Solidariamente, se encargan cada año, además, de hacerles saber al conjunto de la clase trabajadora cuánto es ese valor. Esta es una batalla esencial del momento, que afortunadamente la dan los obreros aceiteros, con su ejemplo de lucha, pero también, y esto es lo determinante, a través del triunfo de las mismas.
En ese contexto se inscribe la lucha por la libertad y la democracia sindical que encara la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), como herramienta fundamental para recuperar el poder dentro de la fábrica. Esta demanda está dirigida, sobre todo, a los propios trabajadores. No es una ley la que desarrollará las fuerzas que logren revertir tantos años de retroceso en ese sentido.
Pero eso no quita que la el marco legal vigente en materia de modelo sindical y de elecciones de delegados en los lugares de trabajo no ayuda. Es realmente trágico el dato emanado del propio Ministerio de Trabajo de la Nación, según el cual sólo en el 12,7 % de los establecimientos los trabajadores cuentan con delegados que los representen ante el empleador y, vale la pena recordarlo, ante los sindicatos también.
Tampoco será a través de fallos judiciales que se lograrán los cambios. Pero una serie de pronunciamientos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en años recientes, pueden ayudar.
Uno de ellos, “ATE c/Ministerio de Trabajo”, declara inconstitucional la norma que dispone que sólo el sindicato con personería gremial está habilitado para convocar a elecciones de delegados. Si el fallo de la Corte impulsa la elección de delegados de base y promueve la organización de los trabajadores en el restante 87,3 % de los establecimientos, salvo los empresarios, todos debemos estar satisfechos.
El modelo sindical argentino dispuesto por la ley 23.551 es un obstáculo para ello, y que por lo tanto, la importancia del fallo de la Corte es trascendental.
En efecto, el único sindicato que puede convocar a elecciones de delegados es el que tiene personería gremial, otorgada por el Estado. Así, si todas las actividades están abarcadas por el ámbito de actuación de algún sindicato, y sin perjuicio de ello, sólo existen delegados electos en una escasísima porción de éstas, es porque los sindicatos existentes con personería gremial no convocan a elecciones, y/o porque los que existen y no cuentan con esta personería, no tienen derecho a elegir delegados. Éstos últimos son los sindicatos denominados “simplemente inscriptos”, es decir, reconocidos legalmente por el Estado como tales, pero prácticamente sin derechos realmente sindicales.
Es allí donde impacta certeramente el fallo de la Corte, ya que con este criterio, ahora todos podrían convocar a elecciones de delegados.
Estos pasos, pequeños algunos, grandes otros, pero todos hacia adelante, son los necesarios para recuperar lo perdido, lo robado: conciencia del valor de la fuerza de trabajo; conciencia del derecho a organizarse; conciencia del poder de las asambleas y de la democracia obrera; conciencia de la importancia de elegir delegados.
La madre de todas las batallas es entonces la que implique la recuperación del poder de los trabajadores en los lugares de trabajo. Cuando ello se generalice, la democracia habrá entrado en las fábricas, y ahí, otro gallo cantará.

Crisis mundial de la democracia representativa

Filósofo Enrique Dussel advierte sobre una crisis mundial de la democracia representativa

EnriqueDussel
El rector de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), Enrique Dussel, aseveró que la democracia representativa está en crisis en todo el mundo porque “la gente empieza a darse cuenta de que hay una élite política que ellos no logran perforar, porque no hay participación”.
El filósofo señaló que sin participación no hay política: “si todos nos quedamos en la casa de la puerta para adentro, se acabó la política”.
Al pronunciar la conferencia “Democracia directa” en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), señaló que sin participación no hay política. “Si todos nos quedamos en la casa de la puerta para adentro, se acabó la política; hay que por lo menos salir a la calle y ver al vecino y decir: ‘buenos días’: ya ahí hay un poco de comunidad. Lo más terrible para una representación dominadora es que la gente salga a la calle y se pregunte qué pasa”.
Dijo que mediante la televisión atemoriza a la gente para que no salga a la calle, haciendo más grandes los problemas de inseguridad, mientras los poderes fácticos se apropian de las calles.
“La televisión lo que dice: usted no salga a la calle porque lo van a secuestrar o lo van a robar, y la gente está aterrorizada y sale lo menos posible. Eso es parte de la no participación, porque es verdad que existe (se refiere a esos problemas) pero se aumentan para tenernos en la casa. ¿Y de quién es la calle? Del poder fáctico o del poder burocrático”.
El rector de la UACM dijo que “salir a la calle es entrar en una situación en la que los otros me ven, porque es público. Lo público es: yo soy visto y entonces tengo que entrar en discusión con los demás. Y ahí donde hay una comunidad participativa activa es donde yo veo la cara de la gente en concreto, y argumentamos y damos razones y llegamos a una conclusión: vamos a limpiar el barrio, y vamos a hacer posible que no haya basura en la calle, porque nuestros hijos se enferman y además el barrio está feo, está sucio, no es sólo por estética, sino por salud”.
En otra parte de su conferencia expresó que las representaciones tienden a volverse burocráticas. “Toda representación es dominadora y entonces se vuelve antirrepresentacionista; la posición contraria: el pueblo es que tiene que tener una democracia directa”.
Fuente: La Jornada

"Raul Sendic, el tupamaro. Su pensamiento revolucionario" por Jorge Zabalza

 Raúl Sendic

"Raul Sendic, el tupamaro. Su pensamiento revolucionario"

Miércoles, 8 de diciembre 2010

"El muerto" - Se ha anunciado la proxima aparicion de tu libro "Raul Sendic, el tupamaro. Su pensamiento revolucionario",que sera presentado en 22 de diciembre en la sede de la Asociacion Cristiana. Naturalmente debes de haber elegido el 22 de diciembre como recuerdo del 22 de diciembre de 1966.  ? Que significado le das a esa fecha ?

Z - Es una fecha que tiene un alto valor simbólico para el movimiento tupamaro. Aunque la primer acción armada se produjo en 1963 –la expropiación de los fusiles del Tiro Suizo- el primer enfrentamiento con la policía ocurrió ese dia, significó la irrupción de la guerrilla en el escenario politico del Uruguay. Ese día la opinión publica conoció la existencia de un movimiento guerrillero,  hasta ese momento desarrollado en la más absoluta clandestinidad. Fué un terremoto, un tsunami!
Por otra parte, en el tiroteo del 22 de diciembre de 1966 murió el primer combatiente tupamaro, Carlos Flores, un joven trabajador de La Teja, que militaba socialmente en la Base “Eduardo Pinella” ubicada en la Cachimba del Piojo. Se da un hecho circunstancial pero  paradójico: la presentación es en la Asociacion Cristiana de Jovenes y Carlos Flores vestía una camiseta de dicho instituto cuando cayó mortalmente herido. Estado público de la lucha guerrillera y primer compañero muerto,  combinación que da relevancia y valor emotivo al 22 de diciembre, fecha que tupamaros y tupamaras homenajeaban de alguna manera, en  Cabildo y en Punta Carretas,  en Punta de Rieles y en el Penal de Libertad, muchas veces al costo de sanciones y persecuciones por parte de los verdugos.
Presentar un 22 de diciembre este ensayo sobre el pensamiento revolucionario de Raúl Sendic, implica entrelazar varios aspectos: 1) contribuir al rescate de la memoria histórica de las luchas movimiento popular y, dentro de dicho contexto, rescatar el rol y el significado de la guerrila tupamara; 2) de la misma manera es un homenaje a quienes perdieron la vida en ese período heroico de la historia del pueblo uruguayo, pero en particular, recuperar la perdida costumbre de los tupamaros de recordar a quienes, bajo la bandera de Artigas con la estrella y la “T”, dieron la vida por la revolución social;  y 3) el postergado homenaje a las ideas elaboradas por Raúl Sendic, poniéndolas sobre la mesa de debate para salvarlas del bronce y mostrar palmariamente la vigencia del programa que proponía. Después de todo, aunque a veces no se le haga justicia, Raúl Sendic  no sólo fue un luchador social, fundador de sindicatos de trabajadores rurales, sino  que fueron sus ideas y sus músculos que hicieron trascender las luchas sociales de los sesenta para convocar a la lucha revolucionaria en el Uruguay.  
"El Muerto" -  ? Cual es la razon que te lleva, hoy en dia, a presentar un libro sobre Raul Sendic ? Te pregunto porque se han escrito ya varios libros sobre su vida y trayectoria y tambien ha sido mencionado en otros tantos libros de lo que se ha denominado la historia reciente.  ? Por que razón hay que publicar un nuevo libro sobre Sendic ?
Z –  Raúl Sendic sembró sus ideas en muchos medios. Artículos del semanario “EL SOL” del Partido Socialista –recojo uno de 1958, por ejemplo-, de “ASAMBLEA” y “LAS BASES” a la salida de la dictadura, también de “BRECHA” y “MATE AMARGO”, donde escribía una columna semanal.  En el ensayo se transcriben entrevistas que le hicieron periodistas de Méjico, España y Argentina y fragmentos del libro sobre economía política que escribió en los calabozos de Paso de los Toros. Creo firmemente que la muerte le impidió sistematizar  sus elaboraciones programáticas y los planteos sobre formas organizativas, para dejarnos un libro donde redondeara su crítica de las experienia socialistas y sus conclusiones para el desarrollo de un socialismo revolucionario.
Son varios los interrogantes que inquietan tanto a viejos luchadores que lo acompañaron, como a las nuevas generaciones que lo conocen por referencias:  ¿qué pensaba Raul Sendic ?,  ¿cuáles eran los pilares de su pensamiento revolucionario ?, ¿ cuáles eran sus visiones de futuro?.  Si bien es cierto que expresaba sus ideas muscularmente, que condujo la lucha y la movilización de varios sectores de trabajadores rurales, que supo coordinar varias de las principales operaciones militares del MLN (T), como la toma del cuartel de la Marina, la práctica revolucionaria de Raúl Sendic se encuadraba en visiones de largo alcance, fruto del debate dado en los años ’60 sobre las revoluciones del siglo XX, principalmente la cubana,  de la revisiónrealizada en esa misma época sobre la historia del Río de la Plata y del estudio de otros pensadores revolucionarios como Carlos Marx, Rosa Luxemburgo, Ernesto Guevara y Ernest Mandel.  
Al dar el grito convocando a la lucha guerrillera en Uruguay, Raúl Sendic no se lanzó al vacío para ver que pasaba, por el contrario, tenia por delante un horizonte estratégico de largo alcance y, al mismo tiempo, poseía una visión general de qué clase de sociedad queríamos construir, qué tipo de mujeres y hombres pensábamos que serían las columnas humanas que construirían el edificio del socialismo, qué orden de principios morales sustentarían su vida y su lucha. Todo ese complejo entramado de ideas y reflexiones quedó bastante disperso, por eso parece muy fermental esta tentativa por hacerlas llegar, ordenadas en un ensayo, tanto a la juventud actual  como a los historiadores que están escribiendo la historia reciente. Es una apuesta a incentivar el interés por el pensamiento de Raúl, seguros de la vigencia de su ideario y de que frutificará en nuevas ideas, una forma de darle vida a esa iniciativa para levantarle un monumento en la ciudad de Trinidad. Ojalá este insuficiente ensayo sirva de inspiracion para obras posteriores más completas. Parece haber llegado la hora de poner en la arena de la lucha de clases las ideas de Raúl Sendic."El Muerto" - Esto nos lleva al momento actual. Porque si consideras que las ideas de Raul Sendic deben de volver a ponerse "en la arena de la lucha de clases" como decis, estas  partiendo de la base de que tienen actualidad. Sin embargo, ¿ no es una nueva situación la que se está viviendo?, ¿ no serían  -digamoslo asi- "anticuadas" o insuficientes sus ideas del pasado?

Z -  ¡De ninguna manera! La base de la reflexión política de Raúl es el análisis del funcionamiento del capital: el afán de lucro como motor de la inversión, la competencia entre empresarios, la rentabilidad de las inversiones y las relaciones del capital con el trabajo, con las víctimas humanas del lucro. Raúl Sendic transmite su visión de que el funcionamiento del capital degrada la condición humana, es creador de injusticia y desigualdad, divide la humanidad en víctimas y victimarios.
Las relaciones de poder son la otra base que empleó Raúl para analizar la realidad social, todos sus escritos transpiran la crítica de la democracia formal, de sus falsedades e hipocresías, de sus límites y de la tutela que ejerce el capital sobre las instituciones democráticas;  Sendic hablaba de la careta formal del sistema (los derechos y las libertades) y de su cara real, la que conocen los trabajadores apenas reclaman mejores condiciones de vida y de distribución de la riqueza.
Con bases tan materiales, difícilmente el pensamiento de Raúl Sendic podría perder actualidad, pues el capital y el poder económico siempre son creadores de más desgracias a sus víctimas y la savia de la fisiología político-social. Como el capital está concentrado en pocas manos y el poder cada vez está más centralizado, son diferentes las formas actuales de funcionamiento del sistema, pero su naturaleza, su esencia, su contenido se mantiene idéntico a sí mismo desde que los burgueses crearon el parlamento británico y guillotinaron al rey de Francia. Se mantienen vigentes las bases que Raúl utilizaba para ver el mundo y por eso mismo sus escritos tiene un valor pedagógico insustituíble para la juventud que trabaja o estudia.
Dada su visión de la realidad y su compromiso con las víctimas del capitalismo, Raúl  navegó contra la corriente, se opuso a las ideas y valores dominantes, emigró al litoral norte para organizar los trabajadores rurales en épocas en que la izquierda estaba concentrada en la labor urbana, se rebeló contra los dueños del Uruguay y buscó nuevos caminos para alcanzar el horizonte de la liberación  social. Fué de los renovadores en el Partido Socialista, junto a Vivián Trías, Guillermo Chifflet, Carlitos Machado y José Díaz, postulando un socialismo revolucionario y latinoamericanista, oponiéndose a los vientos ideológicos conciliadores que soplaban desde el continente europeo. Se opuso a la corriente domianante en la izquierda uruguaya al considerar que el camino electoral y parlamentarista no conducía a ningun cambio real en las relaciones entre el capital y el trabajo. Su afiliación a los métodos guerrilleros no fué un antojo caprichoso, interpretaba el afán de cambio de los pobres, su necesidad de liberarse de la obligación de trabajar para otro y de la alienación de los valores y la conciencia que ella produce. Siempre sostuvo que la liberación social comienza por liberarse uno mismo de ambiciones y egoísmos, fue un dirigente siempre alejado de los lugares de poder que predisponen  a hacer concesiones en principios y estrategias.
Raúl Sendic también navegó contra la corriente que sostenía la inviabilidad de la lucha revolucionaria en aquél Uruguay tan “democrático” y batllista, y contra las opiniones consagradas de que, por carecer de montañas y selvas, no seria
posible desarrollar ninguna guerrilla en estas tierras.  
Salió de los calabozos con el mismo ímpetu de sus años juveniles, discutiendo a brazo partido con la opinión mayoritaria de los dirigentes de aquél MLN (T) de 1985,  entre los cuales me encontraba. Planteó la necesidad de salir del “clóset” clandestino, apostar a la movilización más amplia de las bases populares (“hay tres partidos políticos pero sólo dos clases sociales”, afirmaba Raúl), para llevar adelante su Plan de Lucha por la Tierra y contra la Pobreza en primera instancia, y más tarde el Frente Grande para luchar por la Reforma Agraria, el No pago de la Deuda Externa, la estatización de la banca y las grandes propiedades del latifundio, por aumentos sustanciales del salario...una lucha que implicaba la transformación de los luchadores sociales en columnas humanas de la revolución socialista, la formación de mujeres y hombres nuevos que era, en realidad, el verdadero objetivo que Raúl buscaba.

No pueden verse la movilización social y el hombre nuevo por separado: la nueva moral y los nuevos valores se hacen carne y hueso en gente que está socialmente movilizada; la lucha electoral y parlamentaria no convoca al altruísmo y  la solidaridad, sino todo lo contrario, son actividades que implican aceptar tácitamente los valores del sistema. En el mundo de las campañas electorales reinan las pujas por escalar y el cinismo inherente, las promesas que de antemano se sabe que no se pueden cumplir, un clima de hipocresía generalizada. La vida de Raúl es una lección práctica de cómo hacer política y dar la lucha de ideas bien lejos del parlamento, una rebelión contra el confomismo de aceptar lo que parece dado.
"El Muerto" – -Con tantos ex- guerrilleros en la conducción del Frente Amplio y del gobierno, es ineludible interrogarse sobre cómo estaría hoy ubicado Sendic con relación al actual proceso político.
Z- Nadie puede saber dónde estarían parados los compañeros y las compañeras que, por diferentes circunstancias, hoy no están con vida. Es un terreno farragoso, que se presta a especulaciones de diversa índole, porque es muy veleidosa la voluntad de las mujeres y los hombres, como podría decirse parafraseando a José Artigas. Sin embargo, también es cierto que en el último período de su vida, el que corre entre 1984, primer piso del Penal de Libertad y el 28 de abril de 1989 en París, Raúl Sendic escribió un montón de materiales en los que dejó esbozado el horizonte hacia el cual discurrían sus reflexiones pos-calabozos cuarteleros.
El programa que desarrolló para el Frente Grande, lo planteó´públicamente en reiteradas oportunidades, entre ellas en su recordado discurso del año 1987 en el Estadio Luis Franzini:  expropiar las tierras que excedieran las 2.500 hectáreas sin pagar un solo peso de indemnización a los latifundistas, propiedades que quedarían en manos del Estado, encargado de repartirlas entre familias colonas seleccionadas entre las que viven en los barrios periféricos de Montevideo y otras ciudades; crear un frente de países deudores para no pagar la deuda externa, entendiendo que ya había sido suficientemente pagada y era inmoral restringir los ingresos de las clases populares para satisfacer las exigencias de los acreedores; congelar los grandes depósitos bancarios –un “corralito” exclusivo para ricos- y emplear esos fondos para crear fuentes de trabajo, al tiempo que se estatizaban los bancos sin indemnizar a sus propietarios, porque Raúl entendía que las ganancias que habían cosechado excedía con creces el capital invertido;  aumento sustancial de los salarios para acrecentar la demanda en el mercado interno e incentivar el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas que lo abastecen.
Raúl no apostó a los buenos sentimientos de los dueños del Uruguay sino que, por el contarios, cuando propuso llamarlos a colaborar por las buenas en una “economía de guerra”, como denominó las medidas que planteaba, los amenazaba con las “peores también”, las que expropiaban y estatizaban, las que luchaban contra la pobreza atacando la causa real de su existencia:  las riquezas acumuladas en muy pocas manos. El principio moral del plan de Raúl Sendic  obligaba a los más ricos a que pagaran la lucha contra la pobreza; una especie de ley de hierro de la justicia social:  si hay pobres es porque hay ricos, luego, para que no haya más pobreza, hay que terminar con la riqueza, no queda otra.  
Las propuestas de Raúl golpeaban frontalmente a los dueños del Uruguay, no apuntaba a conciliar intereses entre las clases sociales sino que privilegiaba las necesidades de los más empobrecidos, aunque los más privlegiados se enojaran.  En ese plano, la reforma agraria y no pagar la deuda externa son medidas que tienden claramente a crear conciencia sobre la escisión esencial que provoca el capitalismo.
Sin temor a equivocaciones, se puede afirmar que el norte estratégico de lo que proponía o hacía Raúl Sendic era acumular fuerzas contra el sistema. Seguramente habría continuado impulsando o apoyando todas las luchas y movilizaciones cuyo objetivo  medidas programáticas del tipo de las propuestas en el Franzini. Reitero: todas las luchas y movilizaciones populares, incluyendo las que fueran implementadas desde las instituciones de gobierno, por supuesto, que siempre y cuando ellas estuvieran dirigidas a concretar el programa del movimiento popular.    
Con la retirada de la dictadura, se nos imponía un período de legalidad que obligaba al cambio en las formas de luchar, a un cambio en los métodos, “sin cartas en la manga” dijo, pero ninguno de los cien artículos y entrevistas que conforman su testamento político, permiten inferir que Raúl Sendic podría haberse enredado en la sutil telaraña tendida para atrapar incautos.  Por muchos espacios legales que se abrieran, la prédica de Raúl Sendic nunca dejó de denunciar el sistema capitalista, de explicar su naturaleza injusta e inhumana, productora de desigualdad, marginación y exclusión social en la misma medida que produce privilegios para la clase dominante.
Sus  firmes convicciones, la sólida estructura de su pensamiento revolucionario, nunca lo dejaron deslumbrarse con "las mieles del poder" como tan bien las definió hace un tiempo atrás Fidel Castro. Pese a ser dirigente de mucha importancia en un aparato armado, en  una guerrilla, Raúl nunca se interesó demasiado por los aparatos partidarios, al contrario los rehuyó porfiadamente, les desconfiaba, los veia como herramientas muy peligrosas que bien podian servir para una cosa o la otra. Lo demostró en toda su trayectoria, eligió siempre el camino de la gente, de las bases, nunca el de los aparatos. Por eso mismo, por esa rebeldía innata, ningún aparato político, ni el mismo MLN, pudo "controlarlo" y menos aun los aparatos del sistema, con sus sillones parlamentarios, puestos de ministros y las luces de la fama.
Raúl Sendic tenía un rumbo claro, y uno puede atreverse a pensar que si los gobiernos marchaban en la misma dirección, con toda seguridad los acompañaría; pero, si los gobiernos torcían el timón, nadie puede dudar que Raúl Sendic habría continuado luchando por la reforma agraria, el no pago de la deuda, la estatización de la banca, el aumento sustancial del salario y la lucha contra la impunidad de los criminales del terrorismo de Estado...